Qué poca vergüenza de los traidores, insisten para la segunda vuelta en hacerse los confundidos, ahora el cuento ya no es contra Correa, sino contra el continuismo. Es tal el descaro que pretenden confundir a las bases que prefieren ‘votar por el banquero, antes que por la dictadura’, expresiones dignas de un contrarrevolucionario o de un agente de la CIA.
Y no es de extrañarse, la falsa izquierda jugó un papel de doble traición en la primera vuelta electoral: primero, traicionó la posición antiimperialista; y segundo, traicionó a su cándido candidato -mi general-, que terminó haciendo pucheros desquitándose con Lenín por su desgracia, cuando lo correcto es desquitarse de la traición de sus traidores, llamando a la socialdemocracia (que sí votó por él) a votar en la segunda vuelta por la tendencia de la izquierda, porque mi general sabe que los traidores, dizque de izquierda, votaron por el banquero.
Por eso es sabia la intervención del día de hoy de la señora Wilma Andrade, dirigente de la ID y asambleísta electa, que aclara con claridad meridiana que mi general no es militante de la ID y que la decisión de la segunda vuelta la tomarán los próximos días. Pero las bases de las organizaciones indígenas y laborales están preparando un enorme respaldo a Lenín, la derecha se olvida cuando fue rechazada, fue a meter sus narices (donde no es bien recibida, ni siquiera recibida de mala gana) en una convención de PK y fue expulsada por las bases al grito de “Fuera banquero, fuera”, y salió cogidito de la mano con un dizque dirigente laboral Tatamuez, que por poco lo sacan a punta de zapato por traidor.
Las bases del movimiento obrero se están sacudiendo desconcertadas porque sus dirigentes llaman a votar por una lista donde están entrometidos; con el cuento de que la bandera de esa gloriosa organización laboral fue condecorada por el Alcalde se rindieron incondicionales a la derecha, prestándose al juego de la traición de clase. Todos ellos destilan anticomunismo, son enemigos de Cuba y se alinean con los enemigos de la clase obrera, para eso la CIA los parió, y entre ellos un reaccionario que funge de dirigir una central que atacó un congreso del Partido Comunista cuando dentro del local estaba nuestro querido compañero Luis Corvalán, torturado por Pinochet.
Al camarada Pedro Saad, en una reunión que teníamos, lo llamaron por teléfono y contento nos transmitió la noticia de que se había conformado el FUT. Lo que no sabía es que, en poco tiempo, los traidores de clase se encaramarían, para contento y gozo de los enemigos de la clase obrera.
Ing. Salomón Fuentes Vidal, Esp.