La carretera que conduce desde el puente en el río Pindo hasta Las Chinchas en la provincia de Loja, la mayor parte de ese trayecto se halla construida si no por el mismo sitio, por lo menos paralela a lo que fue el antiguo camino de herradura, por el cual, a través de los siglos, los habitantes de las provincias de Loja y Zamora se comunicaban con la provincia de El Oro y por ende con la Costa ecuatoriana y con el océano Pacífico.
Por ese camino transitaron intelectuales lojanos, como el doctor Benjamín Carrión, Pío Jaramillo Alvarado, Ángel Felicísimo Rojas, Manuel Agustín Aguirre, entre otros, que se nos hace muy largo mencionar; y personas que se destacaron en el campo periodístico, como Alejandro Carrión Aguirre, Jorge Vivanco Mendieta, entre otros. Personajes que se destacaron en la Legislatura lojana y orense, como Matilde Hidalgo de Procel, Eduardo Guzmán Matamoros. Por ese camino llegaron a Loja a prepararse en la educación universitaria muchas personas que habitaban en el entonces extenso cantón Zaruma, que ocupaba aproximadamente la mitad de la provincia de El Oro y que en ese gran territorio no existió ningún centro de educación media hasta que fue creado el colegio 26 de Noviembre que socializó la educación secundaria en esta región de la patria.
Estos han sido los motivos para que exista una estrecha relación entre las familias de la parte alta de la provincia de El Oro, Loja y Zamora, solamente existían los caminos de herradura, la movilización de carga y personas era servida por los arrieros. Esos intrépidos varones, muchos de ellos descalzos, con un machete al cinto, con sus lámparas abastecidas de combustible de carburo, se ponían tras una piara de acémilas, chicote en mano y tras largos días de viaje utilizando buenas partes de las noches, transportaban carga y pasajeros desde el puerto de Santa Rosa en la provincia de El Oro, hasta la parte alta de esta misma provincia y a la ciudad de Loja, cantones y parroquias de esa provincia y hasta la provincia de Zamora. Esto fue hasta 1957 que entró a prestar plenamente los servicios la carretera desde Loja hasta Piñas, con lo cual se intensificaron el comercio y el transporte, y se dejó de utilizar la mayor parte de los caminos de herradura y los arrieros dejaron de prestar sus servicios; se perdió el interés en la cría de acémilas y todo esto solo será parte de la historia y de las personas que se interesen en conocer lo que ocurrió en el pasado.
Pero algo que me preocupa es la poca importancia que se le da a la carretera Pindo-Las Chinchas, que se encuentra bastante deteriorada, a tal extremo que algunas personas que tienen la necesidad de viajar a la ciudad de Loja prefieren hacerlo por la vía Zaracay-Balsas-Las Chinchas, alargándose con eso las horas de viaje, no obstante la necesidad de los habitantes de los cantones Piñas, Zaruma. Portovelo y Atahualpa, que tienen que utilizar algunos servicios del Estado que se los debe obtener en la ciudad de Loja, como son: Senagua, Banco del Estado, la regional del BNF, entre otros; por lo que es muy importante que los alcaldes y más autoridades de los cantones que hemos mencionado se interesen en solicitar al Ministerio de Transporte y Obras Públicas para que en el proyecto que existe de la ampliación y mejoramiento de la vía desde la Avanzada hasta Portovelo, se llegue con ese mejoramiento hasta el sitio Las Chinchas. No se debe subestimar la importancia que tiene acortar la distancia entre los pueblos, porque con ello se abaratan los costos del transporte y se estimula el comercio.
Víctor Murillo Herrera