Con emoción de quiteño he podido leer y aprender mucho de lo que realmente significó en sus años dorados la plaza de toros Belmonte.  Libro escrito por el arq. Ramiro Guarderas I, en el que describe con un lenguaje sencillo y con acuarela muy atractiva lo que significó realmente y es parte de nuestra identidad, especial de los quiteños la Plaza Belmonte. Pues no solo se trató de una plaza de toros, sino un lugar que fue el sitio de reunión social y festejos que en Quito se realizaban, pues allí se presentaban circos, había eventos deportivos de mucha notoriedad; acontecimientos sociales que distraían a los quiteños.

Quizá el más importante y recordado es la festividad de santos inocentes, que era todo un derroche de sana distracción y diversión en Quito; lamentablemente todos estos eventos casi se han perdido; Quito y sus actividades son determinadas por la ‘selva de cemento’. Como podemos leer y ver en el libro de Guarderas, esta plaza, construida por su abuelo Abel, actualmente no mantiene las formas arquitectónicas originales; la Alcaldía de la ciudad debería volver a instaurar en la nueva plaza las actividades festivas y sanas que allí realizaban, ya que -lo repito- no era solamente una plaza de toros.

Este libro debería ser leído y difundido en nuestra ciudad; el arq. Guarderas, hijo del pintor de Quito, Sergio, lo escribe con un lenguaje fácil y sencillo; acompañado por las acuarelas, esta obra contribuye a no olvidar acontecimientos sociales sanos en los que participaba nuestra comunidad hace no muchas décadas. (O)

Dr. Fabián Guarderas Jijón