Las personas que usamos redes sociales, casi todos los días, nos encontramos con una idea errada de la ‘libertad de expresión’ puesta en práctica. Me llama mucho la atención algo de la cultura japonesa, tal vez porque casi no se ve eso en nuestro país; y es la impecabilidad que tienen al decir algo.

Los japoneses no se atreven a mencionar, juzgar o criticar si no están completamente seguros de algo. Por lo tanto, no se da pie para chismes o malos entendidos porque se piensa en las consecuencias que vendrán si no se tiene cuidado con lo que se hace o se dice, ya que alguien puede salir afectado.

Pero, ¿qué podemos hacer para que esto cambie? ¿Quizás un tipo de educación como en la cultura japonesa? ¿O una ley que ayude a controlar y dar conciencia de lo que se publica?

Todos somos libres de opinar y de expresarnos cuando lo hacemos con altura, sin odio, rencor o envidia. No todas las personas nos pueden caer bien, pero eso no nos da el derecho de hablar mal o difundir cosas sin fundamentos sobre alguien.

Que nuestra próxima publicación en redes esté empapada de conciencia y respeto, expresándonos de manera sana sin dañar a nadie, porque en algún momento podrías ser tú. (O)

Samantha Jijón Gagliardo