Un acto de justicia en favor de más de 24.000 maestros se acaba de suscribir entre nuestro flamante ministro de Educación, Fander Falconí, y el dirigente Wilmer Santa Cruz, coordinador nacional de la Red de Maestros y Maestras por la Revolución Educativa: a los docentes se les otorgará su nombramiento definitivo, lo que equivale a decir que tienen su fuente de trabajo asegurada, mientras cumplan con sus obligaciones para con la patria.
Es que ser maestro en estos tiempos es una tarea muy sacrificada, pues hay que lidiar a diario con niños y adolescentes, padres de familia, no siempre agradecidos ni tolerantes; sin olvidar los traficantes que pululan cerca de los centros educativos con su mortal mercancía.
Además de la aplicación irrestricta de los protocolos de actuación ante casos de violencia y acoso sexual, otro de los propósitos de la firma de la agenda de trabajo conjunta es garantizar sanción administrativa y penal para los docentes o directivos culpables de los delitos de tipo sexual en contra de nuestros niños, niñas y adolescentes. Este es un gran avance a favor de la justicia y en contra de la impunidad, que es otra forma de corrupción. (O)
José Roberto Mora Andrade