La palabra jubilado se deriva de júbilo. Entonces con júbilo tenemos que llevar esta etapa de la vida para la que necesitamos un plan diario para no caer en la soledad, depresión y el sedentarismo que matan a quienes se quedan encerrados en casa.
Es tiempo de salir a caminar, andar en bicicleta, practicar deportes que todavía podemos realizar, como la natación y el ajedrez; visitar ciudades, pues viajar es vivir e instruirse; asistir a estrenos de filmes que nos interesan, reunirnos con amigos en cafeterías, restaurantes, centros comerciales, para conversar o como lo hacen ciertos jubilados en las bancas de las diferentes esquinas de la avenida 9 de Octubre, donde hay algunos grupos; en uno de ellos destaca un personaje muy simpático por las ocurrencias y los chistes que cuenta: el Cura Suárez, quien contagia alegría y es amigo de todo el que se acerca a saludarlo.
Está bien que los jubilados que poseen el don de escribir lo pongan en práctica en la sección de los lectores de los diarios porque aprovechamos de sus conocimientos en los temas que dominan, así se sienten útiles a la sociedad y demuestran que sus mentes tienen cuerda para rato.
Los centros de jubilados del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) son muy importantes, pero solicitamos que se reparen las computadoras o compren nuevas en algunos de ellos; también que paguen cumplidamente la devolución del IVA, hagan respetar las columnas para adultos mayores en las instituciones, den una buena atención médica en el IESS, pues sin ella no hay vida saludable. (O)
César Burgos Flor