Chomsky afirma: la élite está desnuda, condenada a ser minoría, a ser una clase marginal, más precisamente auto marginada; es que su horror al mestizaje a la homogeneidad, a la ausencia de diferencias de estratificación social, le atormenta se siente humillada; dispuesta a la heroicidad para evitarla o superarla. Así se entiende el fanatismo de la Tintori; la euforia de los niños ricos subiéndose por primera vez a un transporte público para cambiar el discurso a última hora.
No por ganar garantizamos que habrá estabilidad política, me temo que hay síntomas que aquí; como antes en Venezuela están pretendiendo iniciar una nueva fase o etapa más cruenta de confrontación y desestabilización a esa odiada democracia de los pobres que va por su decimosegunda victoria. La ética del depredador como ya le caracterizó el filósofo es cruenta y descarnada.
A aplicar el manual del subversión llaman; ya se oyen los clarines de la asonada: ya convocan a salir a las calles, ya anunciaron anticipadamente los resultados; ya los vientos de guarimbas suenan, ya la guerra mediática abonó el camino con su cantaleta del fraude nunca sustentada; todo esto para vendernos la idea de un “Estado fallido” como lo están haciendo en Venezuela.
No por coincidencia, el relanzamiento del sujeto neo fascista que dejando su anterior ropaje negro, aparece travestido como “héroes del cambio” cuya única tarea, perdidas las elecciones, es acompañar a los actos subversivos en la rebelión de los ricos. Son signos inequívocos de que Ecuador está en la mira geopolítica regional, independientemente de los resultados electorales.
Una de las formas de contener esta barbarie es la denuncia preventiva frontal y valiente; ¡señores ustedes son responsables de las temerarias acciones que están propiciando! Nunca incitaremos a la violencia, peor involucrar a nuestro pueblo; sí a la firmeza institucional de la legítima competencia estatal de garantizar la paz y seguridad ciudadana; ya basta de agredir abusivamente a nuestros policías, ya basta de incitar a nuestros militares, ya basta de su cínica victimización.
A defender pacíficamente lo ganado en democracia, a continuar con el proyecto progresista voluntad mayoritaria. Los ricos no vencerán a los pobres; solo lo lograrán cuando seamos equivalentes, cuando haya perdido sentido su lucha ilegítima, ¡Ecuador territorio de paz”.
Reinaldo Torres Jaramillo