Con la vigencia de la nueva Ley Orgánica de Cultura (LOC) y su reglamento, se propone para la Casa de la Cultura Ecuatoriana un nuevo distributivo donde desaparece la matriz, en tanto que los distintos núcleos provinciales reciben sus asignaciones anuales de acuerdo a varios parámetros (asignación básica, carga demográfica provincial, participación en el Registro Único de Actores/Gestores, capacidad de autogestión y eficiencia administrativa). Antes de que se posesionen las nuevas autoridades del Ministerio de Cultura me llegó una copia de dicho distributivo.
El ejercicio resulta interesante: considérese una misma asignación, la de 2016 ($ 16’381.202) replicándose anualmente hasta 2019. Es decir, el presupuesto de la Casa de la Cultura Ecuatoriana no se modifica en casi un lustro. Durante 2016 la asignación de Guayas fue de $ 789.106, de modo que su porcentaje del total nacional asignado correspondió al 4,8% (la matriz recibió el 53%).
En virtud del reglamento de la LOC, en 2017 el Núcleo del Guayas recibiría el 7,04% de la asignación anual de la CCE, es decir $ 1’205.446, cantidad que, comparada con la de 2016, denota un incremento del 52,7%...
Ahora bien, ¿cómo se distribuye la asignación provincial? El año pasado el gasto corriente llegó a representar casi el 75% de toda la asignación; quiere decir que con el 25% restante el Núcleo fue capaz de realizar 512 actividades para 83.849 beneficiarios. Estos indicadores, a ojo de buen cubero, podrían mejorar con la asignación de 2017; sencillamente se podrían triplicar, tanto actividades como beneficiarios. Obviamente, habría que evaluar la calidad, la diversidad y mejorar el alcance de estos medidores.
Este ejercicio aritmético no tiene nada de extraordinario pero, naturalmente, lo que importa es que la Casa cuente con autoridades capaces de programar acertadamente estos recursos, en función de esa gran colectividad provincial de 4 millones de habitantes, y con el concurso de su formidable capital humano entre miembros y gestores registrados.
Confiamos en que los comicios en el Núcleo del Guayas se den en los próximos días, y que sus electores sepan escoger bien a sus autoridades. La comprensión de algo tan simple como estas aritméticas podría convertirse en una forma de reconocerlas. (O)
Fernando Naranjo Espinoza