Escuchar la canción que dedicaron los Jokers a la Liga Deportiva Universitaria de Portoviejo, hace mucho tiempo, para los hinchas era una verdadera alegría. Y hoy lo sigue siendo, porque fue una música que se inmortalizó en quiénes tuvimos la dicha de hasta bailar al son de ‘A la carga Liga’. Después del terremoto de apenas 42 segundos que devastó totalmente a la cuna de este equipo deportivo, los manabitas no pueden contener las lágrimas al escucharla, porque en ella se encierra todo el sentimiento de fortaleza que nos caracteriza a los portovejenses. Y al mismo son nos hemos de levantar.
Historias de nuestras provincias hay muchas, y aquellas hoy resurgen como ‘Al empate Calceta’ porque vemos la necesidad de empatar y poder ganar ese partido contra la naturaleza, ya que para los manabitas no hay nada imposible. Nuestro temple de acero nos hace ser ganadores; vemos el éxito donde otros ven obstáculos; a todo le encontramos el lado bueno y buscamos el momento propicio para demostrar la garra manaba.
La bandera de Ecuador, de los manabitas y portovejenses, nos representa sabiamente; el amarillo demuestra la riqueza de espíritu que hoy nos mantiene en pie, luchando y dando la cara a la adversidad que nos golpeó; el azul, la serenidad para levantarnos y empezar de nuevo; y el rojo, la sangre que dieron los heroicos patriotas como herencia de pujanza, tenacidad, valentía, fuerza y más. Lo dijo el general Alfaro: “La libertad no se implora de rodillas, sino en los campos de batalla”. Y así nos levantaremos de esta batalla contra la naturaleza.
El susto está pasando, aunque se sigue durmiendo en portales, pero con la esperanza de que llegue el día siguiente y ver el Sol resplandeciente en medio de las colinas; los comercios ya están abriendo y con ello la confianza de que una nueva ciudad renazca. Sí se puede con la fuerza que pongamos los hijos de esta tierra que nos vio nacer, crecer y tal vez hasta morir.
“Tierra hermosa de mis sueños, donde vi la luz primera. ¡Vivir lejos ya no puedo!”. Solo son extractos del bello ‘Pasillo a Manabí’ que significa ese verdadero cariño que le tenemos a nuestra tierra y por el cual lucharemos para verla grande, como lo fue y como lo será. ¡Promesa que deberemos cumplir! (O)