Fernando Larenas
Director del diario EL TELÉGRAFO

De mi consideración:

La cobertura de EL TELÉGRAFO sobre Venezuela marca una notable diferencia con la línea de desinformación que predomina en medios locales e internacionales, lo que es digno de reconocer.

Sin embargo, no deja de filtrarse una distorsión sobre un tema crítico, el de la violencia. En una de las notas de hoy se lee “… durante una violenta jornada de votación que dejó diez muertos”. Queda así caracterizada la jornada de votación como violenta y causante de muertos, lo que es, cuando menos, inexacto. La violencia y las víctimas no han sido producidas por el proceso electoral, sino por las acciones de boicot y sabotaje de la oposición.

En general, y más aún cuando se trata de violencia, establecer con claridad los actos y sus autores resulta imprescindible. En este caso se observa la tendencia de aludir a víctimas sin mencionar autorías o, peor aún, confundir víctimas con victimarios. No se trata de protestas civiles que reciben represión gubernamental que genera víctimas, sino de una escalada de destrucción y violencia opositora que incluye ataques contra el pueblo, las instituciones y la fuerza pública, a través de ‘guarimbas’ y otras formas de generar terror.

No mostrar estos hechos como corresponde puede convertirse, a estas alturas, no solo en desinformación, sino en complicidad y encubrimiento mediático de graves implicaciones para nuestras democracias.

Cordialmente

Magdalena León