Una vez que han bajado las aguas y, al parecer, las cosas han regresado a su nivel, deseo opinar sobre el malhadado pronunciamiento de una chica venezolana al referirse a los ecuatorianos.
Bien es verdad que decirnos indios y feos no son calificativos que debieran ofendernos, pues en gran medida lo somos y aunque todos no cumplamos con los cánones de la belleza entendida por la civilización occidental judeo-cristiana, la poseemos lo suficiente y en diferentes parámetros, dado el crisol de razas que componemos este bendito país.
Por más ignorante o racista que sea la emisora de los calificativos, su intención fue la de ofender a los ecuatorianos, y eso no se le debe permitir a nadie, mucho menos a una extranjera.
También es verdad que la reacción negativa en las redes sociales por parte de ecuatorianos que se ofendieron es exagerada y no responde a una objetiva evaluación del hecho. Para los amigos venezolanos, una advertencia: somos tranquilos y pacíficos, pero no cobardes. (O)
Kléver Medina Alvarado