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El parto la dejó con 3 kilos de sobrepeso

Érika Chávez se esfuerza para recuperar su forma atlética

Érika Chávez es especialista en 100 y 200 m planos, pero su meta será clasificar en postas con Marisol Landázuri, Juliana Angulo y Ángela Tenorio a Río 2016. Foto: Archivo
Érika Chávez es especialista en 100 y 200 m planos, pero su meta será clasificar en postas con Marisol Landázuri, Juliana Angulo y Ángela Tenorio a Río 2016. Foto: Archivo
10 de abril de 2015 - 00:00 - Redacción Fanático

Después de 361 días alejada de las pista de atletismo, la velocista ecuatoriana Érika Chávez siente sus fuerzas renovadas. Su intención es recuperar su mejor nivel, por lo que  el 10 de marzo pasado volvió a los entrenamientos en su natal El Coca, en la provincia de Orellana.  

Luego del 15 de marzo del año pasado, cuando participó en los Juegos Suramericanos de Santiago (Chile), Érika no se imaginaba que a mediados de mayo iba a recibir una de las mejores noticias de su vida: que iba a ser madre. En ese momento comprendió que debía suspender sus trabajos de alto rendimiento.

Su esposo y entrenador, el suizo Thomas Zuddey, saltó de la emoción y compartió la noticia con sus familiares y allegados. Lo mismo hizo Érika, que recibió las felicitaciones de Marisol Landázuri, Juliana Angulo y Ángela Tenorio, seleccionadas de atletismo, con quienes comparte pista en las postas.

“Me hacía mucha falta esa sensación de cansancio y agotamiento”, explicó la corredora de 24 años, que dio a luz a Alma Kenay, que nació de forma prematura con apenas 7 meses y 3 semanas de gestación, el 15 de enero pasado.

La niña nació en El Coca por recomendación médica, debido a lo templado del clima (28°C). “Estoy en Orellana entrenando por el momento, hasta que Alma cumpla 6 meses y pueda llevarla al frío de Quito”, indicó la deportista que pertenece al Plan de Alto Rendimiento del Ministerio del Deporte.

Chávez anhela que a partir de junio su familia pueda estar junta en la capital. Su esposo, que es seleccionador de atletismo en Paraguay, espera radicarse con su esposa e hija en Quito.

“Ahora que retomo mis entrenamientos Thomas ya debe estar a mi lado, planificando mi calendario de 2015 y mis aspiraciones para el siguiente año”, aseguró Chávez.

Érika es consciente de que no tiene tiempo para prepararse y clasificarse a los Juegos Panamericanos de Toronto, por lo que su objetivo inmediato será la marca para ir a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, en posta.

Por lo pronto trabaja en recuperar su peso ideal. Antes del embarazo pesaba 62 kg. Después del parto se quedó con 65 kg.  


“Desde el 10 de marzo de este año estoy trabajando en mi forma física; tengo en mente bajar esos 3 kilos   en un aproximado de 3 a 4 semanas. A partir de allí me enfocaré en trabajar mi velocidad”, acotó.

La velocista se entrena de lunes a sábado de 17:00 a 19:00. Trabaja con una tabla de tiempos en ejercicios que el profesor Celso Cortez le facilita. Entre su rutina está el hacer abdominales y trotar 2 kilómetros, y complementa esas tareas con pesas y trabajo funcional (crossfit).

Una vez bajado su peso corporal, Chávez tiene en mente correr en un tope nacional de atletismo que será en noviembre (con sede por confirmar). Allí, y conforme el tiempo que haga, verá si intensifica su entrenamiento para ser considerada en las postas para Río 2016.

“Estoy en una contrarreloj. Para llegar a los JJ.OO. debo sacrificarme bastante. Este año no creo poner la marca, pero confío en que a finales de año ya tendré una idea de mi meta y mis opciones de llegar”.

El ‘profe’ Cortez es quien tiene a su cargo a Érika por el momento. El estratega le colabora de segundo entrenador hasta que llegue Zuddey.

El exatleta esmeraldeño también tiene a su cargo a otros competidores como Alejandro Chalá (400 vallas), John Tamayo (110 vallas) y Juan Caicedo (lanzamiento con disco). Todos ellos representaron al país en el Campeonato Iberoamericano de Sao Paulo (Brasil), torneo al que no pudo asistir Érika porque se encontraba en estado de gestación. “Fue una lástima, porque pensaba que podía correr allá, pero en agosto de 2014 los médicos me recomendaron no hacerlo”.

Ahora que Érika tiene a su lado a Alma, el compromiso por ser una de las mejores del país es mayor. “Inicio un nuevo camino en el deporte; de la mano de Dios. Muy pronto estaré en las pistas; y para los que no esperaban mi regreso, les digo: estoy de vuelta con nuevas metas y con la inspiración más grande que puede tener una mujer”, manifestó.

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