Y el milagro se hizo. Volvieron las lluvias y, por tanto, la esperanza. Los campos, desérticos y polvorientos, ahora lucen verdes. Aquel pueblo fantasma y vacío ahora es visitado por decenas de turistas. Las casas que estaban a punto de caerse por el abandono, hoy lucen renovadas. La escuela que permaneció cerrada por más de 24 años reabrió sus puertas. La carretera de acceso ha sido ampliada y mejorada.
Al cumplirse un año del retorno de San Biritute a Sacachún, los cambios son evidentes, a tal punto que, sin duda, bien podríamos decir que con San Biritute volvió la fertilidad, la vida. Y volvió a través de la obra pública.
Esta nueva mirada que sobre los patrimonios tiene el Ministerio Coordinador de Patrimonio, y su ministra María Fernanda Espinosa, ha logrado el milagro. Ahora los patrimonios no solo están para admirarse. Los patrimonios, desde sus lugares de origen, pueden convertirse en dinamizadores de las economías locales, en generadores de empleo, en eficaces herramientas para fortalecer las identidades locales y nacionales; la autoestima y el sentido de pertenencia.
Hace un año, cuando el monolito guancavilca y fálico retornó a su casa, de la que nunca debió salir, se firmaron 12 compromisos, para dotar de infraestructura básica a la comunidad. Aunque alguno se ha demorado, todos están en ejecución.
Ya tienen agua para regadío y para la dotación de agua potable, que es el gran anhelo de Sacachún, el Municipio de Santa Elena terminó los estudios técnicos y Ecuador Estratégico ejecutará el proyecto en los próximos tres meses. Y lo hará con recursos de Petroecuador. Es decir, los dineros provenientes del petróleo se invierten en sus comunidades.
Caminar por sus calles, bajo el cobijo de San Biritute, genera otras sensaciones. Sacachún es ahora un pueblo vivo. Un pueblo que levanta su mirada y tiene fe en su presente y en su futuro. Una comunidad que ya está en el mapa y es el primer centro turístico comunitario de Santa Elena.
Lo mismo sucede con cada comunidad que revive conforme las rutas del tren patrimonial son rehabilitadas. Esta nueva mirada es el milagro. Esta nueva mirada de los patrimonios es la que genera en los ciudadanos no solo un compromiso por conservar y preservar nuestros patrimonios, sino que se convierte en una herramienta fundamental para mejorar la calidad de vida de los ecuatorianos. Y es esto lo que convierte, a esta nueva forma de gestionar los patrimonios, en un hecho de ruptura, de cambio y transformación.