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El Telégrafo
Gustavo Pérez Ramírez

Vicisitudes del proceso de integración de AL

01 de marzo de 2015

Conmemoraremos 200 años de lo que podría considerarse la gestación de la integración latinoamericana, cuando el 6 de septiembre de 1815 en Jamaica, Simón  Bolívar puso por escrito su convicción sobre “la necesidad de la unión entre los países americanos”, coincidiendo con la idea de Francisco Miranda de crear una gran nación, que abarcara todo lo que es Hispanoamérica.

Años después, en diciembre de 1824, estando en Lima, Bolívar procedió a convocar el Congreso Anfictiónico, que se instaló el 22 de junio de 1826 en Panamá.

Pero avanzaba el imperialismo y colonialismo gringo, que durante  el período del presidente  James Monroe, 1817-1825, había proclamado la doctrina “América para los americanos”. 

Para fines del siglo XIX, los EE.UU. lideraban en su “patio trasero” e instituyeron las Conferencias Internacionales Panamericanas; la primera en Washington D.E. en 1889-90, que estableció la Oficina Internacional de Repúblicas Americanas. Ya entonces se pensaba en un Área de Libre Comercio de las Américas. En la II Conferencia Panamericana de 1901 en México se aprobó la Organización Panamericana de la Salud, y así sucesivamente.

Destaco la VIII Conferencia Panamericana de diciembre de 1938 en Lima y la conferencia extraordinaria que la precedió en 1936, convocada por Franklin Delano Roosevelt en Buenos Aires, a la que asistió, denominada de Consolidación de la Paz,  porque los acuerdos de paz logrados serían violados cínicamente por el gobierno peruano con la invasión al Ecuador en 1941. En la invitación que hizo para la VIII Conferencia se encuentran frases como la siguiente: “Los grandes problemas que agitan hoy al mundo… requieren, ciertamente, que las Naciones de América… se esfuercen por crear nuevos vínculos solidarios que sirvan para protegerlas del peligro de la guerra entre ellas”.

Vendría la IX Conferencia Panamericana de 1948 en Bogotá, donde se creó la OEA, que tendría su contraparte en 2011 con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños, CELAC.
La X Conferencia Panamericana tuvo lugar en Caracas en 1954. Premonitoriamente, fue la última.

En 1973 se creó la Comunidad del Caribe, CARICOM, y el 26 de marzo de 1991 surgió El Mercado Común del Sur, MERCOSUR. Se iniciaría un contrapunteo: Washington crearía en diciembre de 1994 en Miami el ALCA, pero el bolivarianismo se levantaba airoso contra la sujeción colonial a la doctrina Monroe, y derrotó al ALCA en la IV Cumbre de las Américas de Mar del Plata, Argentina en noviembre de 2005.

Como contrapartida surgió la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, ALBA, que se había creado en La Habana (Cuba) el 14 de diciembre de 2004, y que hoy cuenta con 12 miembros.
Y el  23 de mayo de 2008 se formaría en la ciudad de Brasilia la Unión de Naciones Suramericanas, UNASUR.

Es una síntesis apretada de lo que ha ido generando la Carta de Jamaica en un proceso que se afianza. Unidos no volveremos a ser colonia de nadie, ni sucumbiremos a las amenazas de ahora de que nos torcerán el brazo.

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