Un congresista conservador anti aborto de Estados Unidos, dijo esta semana en un debate, que la mayoría de violaciones son “violaciones bajo cita o violaciones consensuadas”. En Ecuador hay asambleístas que aunque reclamen la violencia de género, su discurso de “salvar las 2 vidas” consiente, calla y esconde cifras como que 8 niñas parieron hijos de violadores por día en 2017, (datos del INEC). La mayoría es en el entorno familiar. Los congresistas pro “salvar las 2 vidas” de EUA están a favor del porte de armas.
Una radio lojana titulaba con falso enfoque de derechos, sobre la “violencia e intento de femicidio” a la agresión sexual y física de un hombre de 54 años hacia su pareja de apenas 15; y publicó su foto. Es complicidad con la violencia al naturalizarla. El matrimonio en nuestra legislación se consiente a partir de los 18 años, léase, mayoría de edad.
Un tuitero provida cuestionaba que un niño se declarara públicamente bisexual en el Senado mexicano el Día contra la Homofobia ¿El argumento? Que su edad le impide tomar decisiones así. La realidad es que cualquier persona LGBT percibió su orientación sexual e identidad de género en su infancia. Si lo hacía público eran víctimas de discriminación y acoso escolar. Si un niño dice que le gusta alguna compañerita, suele recibir una palmadita de hombro; ellos, las niñas ¡ni pensar!
Jair Bolsonaro, presidente brasileño, se pronunció recién en contra de que su país sea un destino gay y que lucharía contra eso, que defendería valores familiares. Brasil es uno de los 7 mayores destinos del turismo sexual del mundo; actividad que suele esconder el tráfico y esclavitud sexual de mujeres y, la pornografía y abuso sexual infantil. El turismo gay (si es sexual) es consentido entre adultos, no hay datos o denuncias de redes de esclavitud sexual homosexual.
Paradojas de la heteronorma patriarcalista: cuando se aborda el matrimonio igualitario, acusan de aberración y hasta pedofilia del lobby gay. Cuando se habla de aborto dicen: Aborto no, educación sexual sí. Si se habla de educación sexual dicen: A mis hijos los educo yo. Si se habla de anticonceptivos dicen: Con mis hijos no te metas. ¿Cuál es entonces la verdadera ideología de género? (O)