No me voy a referir a la saga de las novelas de Dumas (padre), cuyas aventuras nos mantenían en tensión y ahora pasados los años recordamos con nostalgia.
Me voy a referir a un evento de hace veinte años: la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio ambiente y el Desarrollo, conocida como la Cumbre de la Tierra, realizada en Río de Janeiro (1992), la cual se constituyó en la cita más importante de las realizadas hasta la fecha a favor de la protección del planeta, del medio ambiente y el desarrollo sustentable. Se reseña que asistieron y participaron 178 gobiernos, entre ellos 108 jefes de Estado.
En el desarrollo de la reunión fue importante el enfrentamiento entre conservacionistas y los defensores del aprovechamiento sustentable de los recursos naturales como legítima fuente económica para salir del subdesarrollo, indicando que la contaminación más perversa del planeta era la pobreza.
En esta reunión se confirmó el concepto del desarrollo sustentable, cuyo antecedente lo tenemos en el Informe Brundtland, denominado “Nuestro Futuro Común”, informe socioeconómico elaborado por distintas naciones en 1987 para la ONU, mediante una comisión encabezada por la doctora Gro Harlem Brundtland.
En este informe se utilizó por primera vez el concepto de desarrollo sostenible, definido como aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones. Lo cual implica un cambio muy importante en cuanto a la idea de sustentabilidad, principalmente ecológica, y a un marco que da énfasis al contexto económico y social del desarrollo.
El Ecuador, a inicios de los 60, manifestó un consistente interés en el aprovechamiento de sus recursos naturales mediante planes de desarrollo, solicitándose una misión técnica de la OEA con estos fines, quienes sugirieron que la tarea se iniciara por la Cuenca del Guayas, donde eran evidentes los recursos hídricos, razón por la cual se construyó la represa Daule-Peripa, en mi opinión, una de las obras para el desarrollo más importantes del siglo pasado, pero el desarrollo sigue siendo nostalgia.
En la actual inauguración de la denominada Cumbre sobre Desarrollo Sostenible Río+20, se ha señalado como objetivo el analizar medidas para erradicar la pobreza y fomentar el desarrollo sustentable. Ban Ki-moon, en el indicado acto, dijo que 20 años después de la Cumbre de la Tierra “tenemos otra oportunidad... No la desperdiciemos”. Ojalá el mensaje nos llegue.