En el artículo de marzo del año pasado ‘La derecha capta poder local’ señalamos que triunfaron en ciudades grandes e intermedias con lo que la derecha moderna emergente (SUMA) gana poder local, la derecha tradicional (PSC-MdG) renace y la nueva derecha (CREO) fue desplazada por la primera, evidenciando las tres corrientes de esta tendencia y concluimos que con dicho triunfo cambia el escenario de la próxima contienda (2017) por la Presidencia y la Asamblea, pues en dichas ciudades está gran parte del electorado. A fines de ese mes y año escribí el artículo ‘Resultados electorales alientan la captación del poder político nacional’ mencionando que a la derecha, con el triunfo de algunas alcaldías y prefecturas, se le abría la posibilidad de optar por la presidencia de la República y que la reunión de los alcaldes electos de Guayaquil, Quito y Cuenca es una señal. Dijimos que el potencial de votos de esta tendencia sería de alrededor de 3 millones, con lo que tendría posibilidades de llegar a Carondelet.
En el artículo de junio de 2014 ‘Cambio del panorama electoral de la derecha’ escribimos que esta tendencia está dividida políticamente y que “En la derecha tradicional (PSC-MdG), aparentemente su líder se retira. En ese escenario le queda el candidato de la derecha emergente (SUMA y otros movimientos) con posibilidades, pero cuyo compromiso es terminar su período en la Alcaldía, si no sería visto esto como un trampolín político. La derecha más conservadora (CREO) tiene pocas posibilidades. La unión de esta tendencia es complicada, pero para llegar al poder nacional no le queda otro camino y elegir al candidato más experimentado y con posibilidades, que al parecer es el escenario que prevé AP”. En el artículo ‘Restauración Conservadora vs. Poder político’, de octubre del año pasado, señalé que “… algunos municipios, con representantes de esta tendencia, se han unido para hacer un frente común”.
Efectivamente, en la reciente rendición de cuentas de la Prefectura del Azuay, se reunió la tendencia de derecha tradicional y moderna emergente develándose que su interés es dar el salto del poder local al poder político nacional que, con apoyo del poder real, están dispuesto a poner el candidato con más opción, pero declaran defender la democracia, las libertades, los derechos ciudadanos, el pluralismo, el progreso, etc., buscando, según lo ha declarado el Prefecto del Azuay, el fortalecimiento de la oposición con miras a las elecciones de 2017.
Las reuniones de estas dos corrientes de la derecha han sido para concretar cómo captar la presidencia, con un candidato que saldrá, muy probablemente, del PSC-MdG o SUMA. Si bien concuerdan en apoyar la consulta popular, esto es secundario relegando a la otra corriente más conservadora (CREO) que planteó como táctica, con poco éxito, llamar a consulta popular, con apoyo de varios movimientos, para la reforma constitucional, sobre todo de la reelección presidencial, de la que PAIS se vale para mantener la incertidumbre sobre su candidato.