Publicidad

Ecuador, 23 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Una final para no perdérsela

09 de junio de 2012

Se ha comentado mucho estos últimos 14 días sobre los partidos de la rama masculina en Roland Garros, especialmente por la emocionante rivalidad ente los tres mejores del planeta, Rafael Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic, pero el día de hoy la atención estará totalmente volcada a la final femenina entre la rusa Maria Sharapova y la sorpresa del torneo la italiana Sara Errani.

Las dos tenistas llegan por primera vez a la última instancia en París, Sharapova ya había alcanzado las semifinales en dos ocasiones anteriores perdiendo en 2007 con Ana Ivanovic y el año pasado con la que a la postre fue la campeona, la china Na Li.

Sharapova ha manejado la presión de muy buena forma para llegar a la gran final, especialmente tras la caída de la actual # 1 mundial, la bielorrusa Victoria Azarenka en los octavos de final frente a la # 16 del ranking, la eslovaca Dominica Cibulkova, pues con ese resultado, se le abría a Maria la posibilidad de volver al primer lugar del ranking, posición que ocupó por última vez en junio de 2008.

Además, en caso de ganar hoy, sumaría a sus vitrinas el único trofeo de Grand Slam que le falta: el abierto de Francia. Con alcanzar la final de París, ya la rusa se aseguró aparecer a la cabeza de la  próxima clasificación WTA, este lunes 11 de junio.

El camino de regreso a la cima ha sido largo y difícil para la rubia nacida en Nyagan, pero formada tenísticamente en la academia de Nick Bolletieri en Bradenton, Florida.

Se sometió a una operación en su hombro derecho, que la mantuvo alejada de las canchas de tenis durante nueve largos meses entre 2008 y 2009 y vio como su ranking caía hasta el puesto 126.

Ella ha declarado a los diferentes medios de comunicación en estos días, que tras la cirugía estaba llena de dudas, frustración  y de gran incertidumbre de solo pensar en si volvería alguna vez a jugar tenis profesional o no, si sería posible competir nuevamente al más alto nivel del tenis mundial.

Es por todas estas razones, que hay que valorar en toda su dimensión los logros de Sharapova , el número 1 es el premio a su campaña de los últimos 12 meses y lo logra sobre la superficie sobre la cual se siente menos cómoda, la lenta arcilla roja de París, un monumento a su tenacidad.

Maria ha mejorado mucho su juego sobre este tipo de canchas, cumplió una exitosa preparación, ganando los torneos de polvo de ladrillo de Stuttgart y Roma y se nota claramente que ha mejorado su movilidad sobre la arcilla, aunque no sea todavía una experta en deslizarse y patinar, como este tipo de piso lo requiere.

En caso de ganar hoy se convertiría en apenas la sexta jugadora de la era abierta en coronarse campeona en los cuatro Grand Slams y pasaría a formar parte de ese selecto club acompañando a la australiana Margaret Court, las estadounidenses Billie Jean King y Chris Evert, la checa nacionalizada americana Martina Navratilova  y la alemana Steffi Graf.

Sharapova llega a esta final  dejando en el camino a la rumana Alexandra Cadantu, sin ceder ni un solo game; en la segunda ronda  arrasó a la japonesa Arumi Morita por 6-1, 6-1; la china Shuai Peng no pudo hacer más y cayó 6-2, 6-1, su única complicación se le presentó en la cuarta ronda contra la checa Klara Zakopalova, en la que Maria tuvo muchos altibajos con su servicio, pues cometió 12 doble faltas, 53 errores no forzados, contra 48 de su rival y fue superada por la checa en tiros ganadores por 44 a 38, es decir las estadísticas no la favorecieron, pero esa es justamente la marca de los campeones; encuentran siempre la forma de ganar, incluso cuando no están en su mejor día.

En cuartos de final venció a Kaia Kanepi de Estonia en dos sets y en semifinales a la siembra # 4, la  checa Petra Kvitova 6-3, 6-3.

Su rival  de hoy, Sara Errani, nació en Boloña y a sus 25 años, de manera totalmente sorprendente, se planta en la final de París, si revisamos el último ranking WTA encontramos que Errani, en el puesto 24,  es la cuarta jugadora italiana en el escalafón, detrás de Francesca Schiavone (12), Roberta Vinci (19) y Flavia Penetta (20). Será un duelo entre la potencia física de Sharapova, con su 1,88 m, sus golpes contundentes y agresivos, contra la consistencia e inteligencia de la italiana de  1,64 m.

La ventaja en cuanto a experiencia también es amplia a favor de la rusa que jugará su séptima final de Grand Slam, habrá que ver como se desenvuelve Sara en esta su primera gran ocasión.

La mayor responsabilidad la tiene definitivamente la rusa, ya que por ese amplio favoritismo  tiene prácticamente la obligación de ganar, esta es una situación que podría aprovechar Errani, especialmente si logra ponerse en ventaja al comienzo del partido, pues si Maria empieza dominando los primeros games, va a ser difícil para la Boloñesa remontar el marcador.

Habrá que ver también cómo se recupera la peninsular del esfuerzo físico y mental que desplegó a lo largo del torneo, pues tuvo tres partidos de tres sets, en primera ronda contra la australiana Casey Dellacqua, en la tercera vuelta contra la ex # 1 del mundo la serbia Ana Ivanovic  y en la semifinal  ante la finalista de 2010 la australiana Samantha Stosur, en la que fue su primera victoria contra una top 10 en 29 intentos.

Al cansancio de los partidos de singles tendrá que sumarle seis partidos de dobles, prueba en la que definía ayer la final junto con su compatriota Roberta Vinci contra las rusas Nadia Petrova y Maria Kirilenko. Sara buscará darle a su país otro triunfo en París, como lo hizo Francesca Schiavone en 2010, pero sea cual fuese el resultado se asegura un puesto dentro de las 10 mejores del mundo.

Sin duda será un partido interesante, pues sobre la cancha se mostrarán dos estilos diferentes cara a cara, como para no perdérselo.

Contenido externo patrocinado