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El Telégrafo

Un grande a la sombra de Roger

01 de septiembre de 2012

Andy Roddick, el mejor tenista estadounidense de la última década, anunció su retiro del tenis profesional este jueves, el día de su cumpleaños número 30, y como símbolo y portaestandarte de esta generación de tenistas norteamericanos escogió acertadamente, en mi opinión, el Abierto de los Estados Unidos para despedirse frente a su público, en el escenario que fue testigo de la victoria más importante de su carrera, cuando derrotó al español Juan Carlos Ferrero en la final de 2003, triunfo que lo catapultó a la cima del ranking mundial de la ATP.

Con apenas 21 años, con el servicio más potente del mundo en ese momento (249 km/h ), con temperamento ganador, mucha personalidad dentro y fuera de la cancha, se convirtió rápidamente en el favorito del público y era buscado por importantes empresas para promocionar sus productos, nadie dudaba que, con todo ese potencial, ese sería apenas el comienzo de una racha de victorias en torneos de Grand Slam, pero desafortunadamente para él su ascenso coincidió con el de Roger Federer, quien a partir de 2004 comenzó a acaparar los títulos más importantes, sumado a la posterior aparición en escena de Rafael Nadal. Dos de los más grandes tenistas de todos los tiempos impidieron que Andy vuelva a ganar uno de los cuatro grandes en su carrera.

Tuvo algunas oportunidades, llegó a tres finales de Wimbledon (2004, 2005 y 2009) y a una segunda final del US Open en 2006... perdió las cuatro contra Federer. Pero sin duda la que más recuerdan los aficionados fue la de 2009, que perdió 16-14 en el quinto set, habiendo tenido muchas oportunidades de ganar el partido  y cediendo su servicio solamente una vez, en el último game del partido. Esa derrota lo marcó y con el ascenso de jóvenes, como Andy Murray y Novak Djokovic, no volvió a estar entre los principales favoritos de los grandes torneos.

Roddick tenía el peso y la presión de ser el sucesor de una de las más brillantes y exitosas generaciones del tenis estadounidense, la de Pete Sampras, Andre Agassi, Jim Courier, Michael Chang... una carga muy pesada y tal vez por eso Andy ha sido criticado injustamente en muchas ocasiones, pero a pesar de los comentarios negativos, siempre buscó mejorar su tenis, especialmente su revés y  su juego de red. Siempre buscó volver a ser el número 1, y si no lo consiguió no fue por falta de esfuerzo,  trabajo y  sacrificio, sino por la excelencia de sus principales rivales Roger y “Rafa”.

Hay que recordar a “A-Rod” como un jugador de gran consistencia y regularidad, ha ganado al menos un torneo ATP durante los últimos doce años, incluyendo dos esta temporada, en césped en Eastbourne, Inglaterra, y en cancha dura en Atlanta, en sus dos superficies favoritas. Sus 32 títulos lo colocan en el tercer lugar entre los tenistas activos que más títulos han alcanzado, detrás de Federer (76) y Nadal (50).

Lideró al equipo estadounidense al triunfo en la Copa Davis 2009, rompiendo una sequía de 12 años sin títulos, y sus 33 victorias en esta competición demuestran su total compromiso y entrega siempre que representó a su país. Ganó más de 20 millones de dólares en premios y muchos más como imagen de marcas como raquetas Babolat, relojes Rolex, ropa deportiva Lacoste, Lexus, American Express y otras prestigiosas marcas. Al anunciar su retiro, Andy no derramó ninguna lágrima, en la rueda de prensa sorprendió a los presentes, cuando con mucha calma dijo: “Lo haré corto y dulce, decidí que este será mi último torneo”.

En sus declaraciones dijo también que su cuerpo ya no le permite competir en la forma que él quisiera, que consideró jugar un calendario menos exigente en 2013, pero su naturaleza competitiva no le permite hacer las cosas a medias, a nunca dar menos del 100%. Ahora piensa dedicarse de lleno al centro deportivo que inaugurará en Austin, Texas, financiado  por medio de la fundación que lleva su nombre y el cual estará destinado, principalmente, a ayudar a niños necesitados, a estudiar y jugar tenis.

Roddick relató que tiene muchos otros proyectos e intereses, una de sus opciones podría ser la actuación, ya ha tenido pequeñas apariciones en películas. Quién sabe y tal vez lo veamos pronto en la pantalla grande. El estadounidense está casado con la conocida modelo y actriz Brooklyn Decker.

Por el momento deja un ejemplo a seguir a las jóvenes promesas de su país, como Jack Sock (nativo de Nebraska como Andy y a quien muchos apuntan como su sucesor) o Ryan Harrison, quienes declararon que Roddick fue siempre su ejemplo a seguir. Habrá que ver cómo ambos jugadores manejan el peso de las expectativas, magnificadas con el retiro de su ídolo. Estoy seguro de que el público neoyorquino le sabrá dar la despedida que merece un grande como Andy Roddick.

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