La 8ª fecha válida por el Mundial de Fórmula 1 2013, el Gran Premio de Inglaterra, fue disputada el domingo pasado en el mítico circuito de Silverstone. Más allá de la victoria de Nico Rosberg -su 2ª este año y la 3ª en F1- o el abandono de Sebastian Vettel, el verdadero protagonismo lo tuvieron los neumáticos Pirelli, con un grave problema de resistencia estructural que hizo del Gran Premio inglés una carrera realmente caótica, con cuatro reventones de llantas durante la competencia y un quinto en las prácticas libres del viernes, uno de ellos en el Mercedes de Lewis Hamilton, que hasta ese momento (vuelta 9) era el indiscutible líder, lo cual indudablemente influyó directamente en el desarrollo y resultado final del Gran Premio.
No obstante, y pese a que los Red Bull parecen seguir siendo los más rápidos, es evidente la mejora de Mercedes en el entendimiento del funcionamiento de las “famosas” llantas, cuyo desgaste era terrible no hasta hace muchas carreras atrás en que recordemos que sus pilotos hacían la “pole position” en clasificaciones, pero ya en carrera el chasis W04 castigaba tanto las llantas que se degradaban de manera muy acelerada condenando a Rosberg y Hamilton a posiciones muy secundarias. Ahora la situación es muy diferente, al punto que Rosberg ganó y Hamilton, pese a su reventón, logró remontar hasta el 4º puesto.
Los reventones también afectaron a Felipe Massa a vuelta seguida del de Hamilton, y tras el cual el brasileño cayó a la última posición para desde ahí realizar una remontada sensacional hasta el 6º lugar. Posteriormente, la tercera víctima fue el Toro Rosso del francés Jean-Eric Vergne, y la cuarta el McLaren de “Checo” Pérez, que el viernes ya había padecido la misma situación.
Aunque hasta el momento de escribir esta crónica no hay un pronunciamiento oficial de Pirelli, el defecto estaría en la nueva estructura de las paredes laterales de la llanta que ahora utiliza el kevlar en su composición.
Las altas temperaturas que reinaron en Silverstone y las altas velocidades sobre las banquinas resultaron nefastas para la estructura lateral del neumático. Para contrarrestar, sobre la marcha Pirelli rápidamente recomendó subir la presión del aire de las llantas y que los pilotos evitaran utilizar las banquinas o “pianitos”, sobre todo en las curvas rápidas.
Sin duda un caos que Pirelli tiene que resolver de manera inmediata, pues tenemos carrera a semana seguida y la integridad y seguridad de los pilotos está de por medio.
Pero volviendo con el resultado de la competencia, mientras que el rendimiento de los autos varía dependiendo de la pista en la que corren, los que siempre están ahí, siempre constantes, son los Red Bull, rápidos y eficaces en cualquier circuito; y el domingo en suelo inglés no fue la excepción.
De hecho, tras el accidente de Hamilton, el líder del campeonato Sebastian Vettel tomó la punta y todo parecía indicar que la victoria era nuevamente suya hasta que, a solo 9 giros del final, su caja de cambios falló, obligándolo a abandonar. Esta vez su reconocida “buena fortuna” no le acompañó.
Así entonces, la responsabilidad de un buen resultado para Red Bull recayó sobre Mark Webber, que había clasificado 4º pero que, para variar, tuvo una pésima largada en que incluso se topó con Romain Grosjean cayendo así a la decimacuarta posición para, desde allí, remontar de manera espectacular hasta el 2º lugar, que bien pudo ser el primero. Le faltaron un par de vueltas a Mark para eventualmente pasar a Rosberg a quien dio casa en los tramos finales del Gran Premio.
Por el lado de Ferrari y de Fernando Alonso en particular, la suerte que el domingo no acompañó a Vettel, en cambio, sí estuvo del lado del español: primero, porque, a decir de él, una vuelta más en la pista con su primer juego de llantas y el neumático trasero izquierdo también se hubiese reventado, y por otra parte, la increíble fortuna de no irse encima de “Checo” Pérez, o la suerte de no recibir un fragmento de caucho en su humanidad cuando la llanta del McLaren del mexicano se desintegró justo delante de él.
Por escasos centímetros se salvó Fernando, que en las vueltas finales se mandó también una remontada fantástica para, en solo 6 giros, los 6 últimos, saltar del 8º al puesto Nº 3, aprovechando así al máximo posible el abandono de Vettel en un día en que el Ferrari no fue el auto más rápido en pista, por lo que está claro que la escudería italiana debe mejorar, sobre todo en clasificaciones, si pretende que Alonso sea campeón ganándole al Red Bull de Sebastian Vettel.
Si bien el domingo el español le descontó 15 puntos al alemán en el campeonato, todavía son 21 los que los separan, mientras que Kimi Raikkonen, que en Inglaterra solo fue quinto, se empieza a retrasar en el puesto 3 a 34 unidades del puntero Vettel.
Se nos viene el Gran Premio de Alemania a semana seguida, así que nos vemos de nuevo en siete días.
¡Hasta entonces!