La campaña ‘All you need is Ecuador’ es la primera en la historia del país que ha tenido una penetración a nivel mundial evidente, eficiente y que permite mantener expectativa. Lo interesante es que, a más de motivar el turismo en el extranjero, ha impulsado sostenidamente el turismo nacional. El ver esta campaña, su promoción y resultados, ha hecho que en estas vacaciones los ecuatorianos recorramos más nuestro lindo Ecuador.
La ciudad de Baños es un excelente termómetro de cómo se desempeña el turismo, si sube si baja, cuáles son sus preferencias según rangos de edad, motivaciones para viajar, etc. El ser el primer destino turístico del Ecuador continental y tener una población que vive -y convive- con el turismo, nos permite saber de primera mano lo que motiva a los turistas a viajar. Y tanto extranjeros como nacionales coinciden en que la campaña de Ecuador es excelente y todos la mencionan por su nombre: ‘All you need is Ecuador’, un fenómeno que no alcanzamos en campañas anteriores.
El Ministerio de Turismo se ha convertido en el principal actor y motivador de este crecimiento, e independientemente de amigos y detractores, hay que entender lo difícil que resulta promocionar un país tan diverso. No es lo mismo vender solo playas, que promocionar tanta diversidad ecuatoriana, con atractivos tan disímiles como el florecimiento de los guayacanes, un evento hermoso y enternecedor; y no aprovechar la magnificencia de un evento volcánico.
Es que no abundan volcanes en erupción en nuestros países competidores, como Perú y Colombia, aquí mismo solo el volcán Sangay brinda un show imposible de ver por ausencia de accesos y su eterno manto de neblina. Las mismas cámaras y tecnología que permitieron ver los guayacanes en flor deberían permitir a gente de todo el planeta ver los juegos pirotécnicos del Tungurahua, que pueden ser disfrutados en condiciones de seguridad, con toda la comodidad y logística que brinda Baños.
Solo un 4% de la población mundial tiene opción de ver un volcán en erupción, un argumento muy fuerte que debe ser explotado a nivel internacional. Afortunadamente, con la Ley de Comunicación vigente ya no es posible satanizar al volcán para vender más periódicos y generar noticias sensacionalistas, por lo que este último proceso que empezó hace dos semanas no ahuyentó a los turistas, tampoco atrajo más visitantes; mantuvimos nuestra ocupación, pero con la pregunta en la cabeza: Qué pasará el día que el Mintur promocione este evento geoturístico único en el mundo?