El cambio de ministro motivó a directivos gremiales del turismo a publicitar evaluaciones muy necesarias para que Vinicio Alvarado, nuevo ministro del ramo, contabilice lo que realmente recibe como legado.
Raúl García, presidente de la Federación de Cámaras de Turismo, cuestiona que no son 1’2 millones los turistas que ingresan a Ecuador, que muchos son trabajadores extranjeros y ecuatorianos con doble pasaporte. Es evidente que se necesita identificar con mayor rigurosidad a nuestros visitantes, quienes digan ser turistas deben tener por lo menos una reservación de hotel contratada, caso contrario, las cifras se distorsionan y con supuestos errados las conclusiones y acciones resultan equivocadas y, por tanto, los recursos desperdiciados.
Los números no coinciden con el ingreso al Ecuador de 767.000 millones de dólares por turismo, uno de los más bajos de Latinoamérica.
La baja ocupación hotelera que, según Diego Utreras, de la Asociación de Hoteles del Ecuador, promedia el 35% es palpable, en algunas ciudades la sobreoferta de habitaciones ha tirado los precios al suelo y, de hecho, Ecuador es un destino muy barato. Quito, Galápagos o Cuyabeno atraen más mochileros con 20 dólares de gasto diario, cuando el promedio mundial es de 120 a 180 dólares.
Por la falta de control, es seguro que cifras y porcentajes no son tan decepcionantes, pero alertan que la realidad turística no es la que se le ha dibujado al Presidente. La informalidad en la hotelería, la piratería en la touroperación, la falta de una ley actualizada y la incomunicación entre el Mintur y el sector privado han deteriorado el turismo, y si bien la excelente red vial favorece la movilidad, la sobreoferta hotelera la torna poco rentable.
Está claro que el modelo de desarrollo turístico debe mejorarse. Al final, el turismo es una industria muy centrada en la planificación y la técnica, por ello el ministro Alvarado ha anunciado los pilares de su gestión: seguridad, calidad, conectividad, destinos y productos; y promoción, así como los programas nacionales de destinos turísticos de excelencia, señalización turística, excelencia turística, de crédito, de fortalecimiento institucional y promoción turística.
Vinicio Alvarado también se muestra muy receptivo con el sector privado, con el cual se debe hacer
un balance contable de turistas reales, de aciertos y de problemas no resueltos, con los cuales arranca su gestión, esperada con mucha expectativa, dado su antecedente de creador y gestor de muy alto quilate.