Todos los habitantes de Ecuador estamos conscientes de que el turismo es la principal actividad económica que nuestro país está asumiendo en el sector privado y comunitario. No existe un rincón del país donde no hayan proyectos y propuestas turísticas en desarrollo.
El sector público ha empezado a tomar en cuenta parámetros ambientales en su accionar y en un futuro los parámetros turísticos serán igual de importantes y obligatorios.
Todos los gobiernos seccionales están invirtiendo en infraestructura turística, aunque sin un norte que fortalezca una propuesta turística como nación.
El Mintur ha realizado una promoción y presencia internacional jamás vista. A nivel interno es aun limitada la difusión de información y conocimiento turístico necesario para la tecnificación del sector y se circunscribe a capacitaciones en vivo, considerando que la masificación solamente vendrá cuando se usen los medios estatales como la TV.
En las redes sociales vivimos un fenómeno impresionante y único en Latinoamérica, el facebook.com/EcuadorGalapagos supera los 800.000 difusores de las maravillas que tiene nuestro país, dándole una dimensión jamás imaginada a la socialnet del Ecuador.
Algunos candidatos ofrecen “fomentar” algo que ya se debe tecnificar, proyectar a un desarrollo armónico y sobre todo regular. Las actividades turísticas crecen caóticas y fuera de normativa alguna. El turismo de aventura es el mejor ejemplo del caos y riesgos que crecen aupados por el entusiasmo privado/comunitario, las excepcionales condiciones geográficas y la ausencia de regulaciones.
Capacitar a los touroperadores no resuelve el problema, pues son los propietarios de tierras los que implementan actividades de naturaleza acorde a las topografías de sus predios, sin tomar en cuenta a los touroperadores evaporados por la presencia de internet.
Mientras el Mintur promociona el turismo de naturaleza, la Áreas Protegidas bajo la tutela del Ministerio del Ambiente tienen políticas no siempre coordinadas.
Hay mucho que hablar y hacer en turismo, empezando por una nueva ley que está siendo tratada en la Asamblea con la ausencia del criterio masivo de los actores y los mismos vacíos de la antigua ley.
Es necesario que los candidatos presidenciales hablen del tema turístico a profundidad, pues más allá del oropel hotelero y las fotos de guacamayas, el turismo actual es la base del futuro económico del Ecuador, es el que determinará la calidad de vida de nuestros hijos ... y de nuestra vejez.