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El Telégrafo
Esteban Ávila

Tranquilo, Barcelona, que fue bonito

29 de septiembre de 2021

La Copa Libertadores 2021 fue una road movie para Barcelona. Sabemos cuál fue la escena final: el Monumental aplaudiendo y cantando, pese a la derrota definitiva con Flamengo. Digna escena para cerrar una auténtica aventura.
Y esta aventura arrancó en una fase de grupos bastante difícil, donde solo aquellos más enfermos podían pensar que podía clasificar su equipo sobre Boca Juniors y Santos. Luego, las fases subsecuentes (Vélez, Fluminense) suponían una dificultad que se saldó favorablemente al cerrar las llaves en casa.

Ya Flamengo, en semifinales, marcaba una encrucijada en la historia. ¿Se le podía pedir la misma supremacía ante un rival que cuesta cientos de millones de dólares, que vive su mejor época histórica, que contrata jugadores de escala mundial? No, pero siempre hay forma de ilusionarse.

Acá vale diferenciar: una cosa es la ilusión lícita y romántica del hincha, el que cree en milagros y está convencido que su ceguera se cura con imposición de manos. Otra diferente es el humo y la desproporción. Con este monstruo llamado Barcelona es posible vivir ambas. Y de ambas hubo. Es inevitable.

Barcelona cierra un 2021 que será histórico. Llegó a semifinales de Libertadores, torneo elitista si los hay, con una nómina de peso específico local. Ese es mérito de un DT como Fabián Bustos, que aplica profundamente su conocimiento del medio y elige fichas útiles sin necesidad de locuras presupuestarias. Y esas fichas responden.

La semifinal 2021 fue gracias a elementos nacionales que apenas tienen experiencia de Selección, a extranjeros que el año pasado estaban en Guayaquil City o Aucas, a veteranos que le reclaman un último partido glorioso a su carrera. ¿Sencillo? No, jamás.

La función acabó, la historia quedó escrita. Lo que pasó con Flamengo esta noche ya no soporta análisis futbolísticos o a planteos contrafácticos ("¿Qué hubiera pasado si Bustos...?"). El telón cayó con el aplauso del hincha, feliz porque su equipo volvió a competir en la escena que le gusta: la internacional.

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