Publicidad

Ecuador, 21 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
 Ricardo Hidalgo Ottolenghi

Tendiendo puentes entre medicina convencional y medicina tradicional

15 de junio de 2022

En la era la medicina molecular, la genómica y la globalización del conocimiento, de forma paralela, se está produciendo un gran incremento de la demanda de prácticas alternativas en medicina que no tienen el aval del método científico y que pretenden defender su eficacia a través de complejas teorías basadas más en la fe que en la ciencia y que muchas veces caen en el campo de la fantasía.

El exceso de expectativas creadas por la propia medicina convencional que no se convierten en solución para una buena parte de las dolencias que afectan a los pacientes, así como la iatrogenia  de los procedimientos diagnósticos y terapéuticos, y los efectos indeseables de los fármacos; son entre otras causas, responsables del auge de prácticas alternativas a la medicina convencional.

Si comparamos el fondo teórico de la Medicina Tradicional Indígena con el de la ciencia, está claro que caminan por andariveles distintos. En el caso específico de la medicina convencional, su fondo teórico asume una ontología francamente naturalista, ya que se ocupa de organismos, no de entes etéreos sin materia conocida. Otro componente es su metodología; la medicina oficial asume el método científico al realizar sus investigaciones; con este método pretende encontrar leyes, hechos comunes y reproducibles, por ello, es que desconfía tanto de la anécdota, el relato o el testimonio, que son muy usados, por cierto, en la medicina tradicional.

Reconociendo que la evidencia ha de generarse de manera continua, que las necesidades del paciente a menudo sobrepasan los límites de la evidencia médica, que la autonomía del paciente es incuestionable, que tanto la medicina aborigen como la medicina oficial incluyen prácticas de verdadero mérito y otras de ninguno, y que lo mejor es orientar a los pacientes desde una visión que abarque el espectro de opciones razonables más amplio posible; seremos capaces de tender un puente entre las dos posturas. El concepto de medicina integrativa, amalgama la medicina convencional con las prácticas tradicionales, ese es el puente.

Con ello, pretendemos articular en el sistema de salud a las dos, en la medida de su efectividad, accesibilidad y disponibilidad. Hablamos de articulación y no de integración como la mejor estrategia para ese acercamiento, dado que la verticalidad oficial seguramente querrá hacerlo desde su lógica impregnada del pensamiento médico dominante. En otras palabras, se deben articular los saberes desde el res-peto y equidad y no desde los estándares de la ventaja.

La medicina convencional no debería descalificar –a priori- a las prácticas tradicionales especialmente en aquellos problemas de salud en los que dicha medicina no puede ofrecer soluciones eficaces a los pacientes. ¿En qué Tratado de Medicina Interna encontramos un capítulo que hable del diagnóstico y tratamiento del mal del cuichig, mal de ojo, etc., etc.?

Por otra parte, así como no debemos confundir las medicinas alternativas con la Medicina Tradicional Indígena, tampoco podemos mezclar la charlatanería con la genuina Medicina Aborigen. Ésta vale por sí misma sin necesidad de clamar a la ciencia. El yachac no necesita el aval del New England Journal of Medicine para estar convencido de lo que hace, y el paciente debe creer en la efectividad de las recomendaciones del sanador. Este es un punto fundamental para entender la filosofía de nuestra medicina aborigen, y para ello se precisa de una apertura mental, de una buena dosis de generosidad y de estudio.  A fin de cuentas, incluso para juzgar es mejor hacerlo desde el conocimiento que desde la ignorancia.  Y quizá el mejor espacio para hacerlo sea desde la visión antropológica, que estudia al hombre en su totalidad - incluyendo los aspectos biológicos y socioculturales- como parte integral de cualquier grupo social.

Debemos aunar esfuerzos y trabajar solidariamente en la construcción de una Medicina que, sin desconocer los aportes de la Medicina Basada en Evidencias, se consolide definitivamente en una Medicina Basada en la Persona.

Contenido externo patrocinado