Publicidad

Ecuador, 29 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Temor, artimaña y demagogia de la oposición

21 de diciembre de 2013

La derecha política y otros reaccionarios agazapados, sin ideología y sin conductores representativos, se resisten a perder espacio, en protección de sus negocios, pese a las continuas derrotas en las urnas, por el despertar de los ecuatorianos que se incorporan con optimismo a la corriente del socialismo del siglo XXI.

Esa oposición deteriorada, sin unidad y con el auspicio de la prensa comercial, se dispone a participar en la jornada electoral de febrero de 2014, y como avizora otro fracaso no se descartan ensayos demagógicos, mañoserías e intentos golpistas, en el fondo para boicotear el irreversible proceso de cambio que preconiza el gobierno de la Revolución Ciudadana.

Ya asoman articulistas iracundos, unos, a especular sobre el consabido ‘paquetazo electoral’ o presunto fraude, cuando ni siquiera comienza la campaña para la captación de votos; y otros, a difundir rumores desestabilizadores, con riesgo de ser enjuiciados por atentar contra la seguridad del Estado. Se olvidan de que el pronunciamiento popular se orienta a un proceso de reflexión y apoyo a la gran obra social, vial y educativa que lleva adelante el régimen del Buen Vivir. Es que ya no funcionan las dádivas, limosnas y gestos demagógicos que dominaron el escenario electoral de antaño.

La demagogia es la actitud malsana del dirigente político que ofrece obras insignificantes sin proyección social o irrealizables con el afán de conquistar votos. El demagogo, según define la Lengua Española, es el orador que expone ideas en las que no cree o planes que jamás pensó llevar a término con la desmedida ambición de convencer en provecho propio a quienes tienen la paciencia de escucharlo. En cierta medida el periodismo comercial alienta ese desajuste, destacando en extensos espacios irrisorias obras y ofertas utópicas de candidatos alineados en la oposición, con la intención de causar impacto en el público en los procesos electorales. La práctica sensacionalista de ciertos medios privados, que agrede la objetividad y transparencia de los hechos, ya comienza a revelarse en el ámbito local.

Preciso es insistir que con los triunfos electorales de Alianza PAIS se ha consolidado la democracia, sistema garante de la estabilidad política y de la soberanía popular. Se vive un crucial momento histórico, por lo que se demanda la participación de todos los sectores sociales para continuar con el proceso de cambio. El régimen de Rafael Correa, originario de la voluntad popular, tolera y respeta a una oposición altiva, pero rechaza y condena las declaraciones impertinentes e injurias de candidatos que, por miedo a perder en la justa de febrero, utilizan la calumnia contra sus rivales y lamentablemente con la aceptación disimulada de los medios privados. Recuerde: el candidato que no se disfraza de hombre, pero que ofende, pierde el respeto ciudadano; a diferencia del que obra apegado a la ética, que merece el más grato reconocimiento.

Los buenos vocablos contribuyen a clarificar la polémica y la verdad, y los malos, entorpecen, en este caso, la verticalidad  del proceso de la campaña electoral y los comicios.

Contenido externo patrocinado