Casi a fines del siglo pasado, Surinam alcanzó su independencia de Holanda, que mantuvo durante mucho tiempo algunos enclaves coloniales en Suramérica. En el pequeño país de 163 mil kilómetros cuadrados y 549 mil habitantes, se efectuó el 30 de agosto la VII Reunión Ordinaria de Jefes de Estado de Unasur, precedida por la de Cancilleres de la Región, que prepararon la Declaración de Paramaribo, muy poco difundida por la gran prensa.
Tal encuentro tiene una connotación especial: en forma clara y sin sobresaltos se consolida la integración de Suramérica, que hasta no hace mucho daba la espalda a las Guayanas que, a su vez, se consideraban ajenas a los vecinos de la región. En ese marco, con la diversidad y respeto mutuos como características de un proceso de nuevo cuño, se adoptó la Declaración de Paramaribo, que constituye una reafirmación de la voluntad de cooperación de los países de la Unasur.
Tal encuentro tiene una connotación especial: en forma clara y sin sobresaltos se consolida la integración de SuraméricaSe rindió un gran homenaje a la memoria del comandante Hugo Chávez, quien el año 2007, junto a Néstor Kirchner, fue impulsor decisivo para la creación del ente regional. La declaración se refiere a una serie de puntos, entre los que se destacan: la ratificación de que los inmensos recursos naturales de Suramérica deben ser empleados en la solución de los problemas de pobreza y exclusión social, que persisten a pesar de los esfuerzos de los gobiernos en los últimos años, resaltando la decisión sobre la Agenda de Acciones Sociales Prioritarias y la necesidad de fortalecer estrategias que promuevan el desarrollo y la inclusión social, y el derecho de los Estados para explotar los recursos naturales con tales objetivos; la continuidad de los programas de alfabetización y salud.
Se expresó la posibilidad de financiar proyectos de infraestructura y de una mayor articulación en diferentes dimensiones: económica, política, social, cultural, ciudadana. Avanzó el propósito de establecer el Consejo de Defensa y su Centro de Estudios Estratégicos. Se afianzó la defensa y protección de los derechos humanos. Se estimulará el proceso de creación de un Centro Regional de Solución de Controversias.
Los asistentes rechazaron el ultraje al presidente Evo Morales a su retorno de Europa; el espionaje ejercido desde los centros de poder mundiales y las campañas contra Ecuador y Argentina por parte de transnacionales.
Esencialmente se impulsó la construcción de la ciudadanía suramericana, objetivo común de los habitantes de los 12 países que forman la Unasur.