Hay noticias importantes para el presente y futuro del país que, sin embargo, ocupan poco espacio en los medios de comunicación, a tal punto que pasan desapercibidas. Por ejemplo, el programa Prometeo, que ha permitido que casi 400 científicos e investigadores de distintos países del mundo se encuentren ahora residiendo en el Ecuador. Son expertos de alto nivel académico que, sin duda, cambiarán el rumbo y el destino de nuestro país.
Los científicos trabajan en instituciones públicas de investigación, en donde comparten sus conocimientos con personal ecuatoriano, lo que permitirá mejorar sus capacidades, pero sobre todo impulsará y fomentará la investigación a través de proyectos que abrirán la puerta al desarrollo de tecnologías nacionales.
Los investigadores se encuentran también laborando en las universidades, esto mejorará necesariamente el nivel académico, no solo de los futuros profesionales sino, además, de los propios docentes y generará interés por los proyectos de investigación casi inexistentes en nuestras aulas. La presencia de estos científicos también fortalecerá a los institutos de investigación, técnicos y tecnológicos.
Pero hay una meta ambiciosa: hasta 2017 serán 5 mil los científicos e investigadores internacionales que residan en Ecuador. Es decir, una avalancha de conocimientos estará cambiando para siempre la historia del país.
Quizá lo más importante es que todos estos conocimientos e investigaciones, en especial en temas vinculados con ciencias de la vida, recursos naturales, ciencias de la producción e innovación, y ciencias sociales, beneficiarán directamente al sector productivo y no solo que mejorará sustancialmente la calidad de nuestra industria, sino que también le proveerá de soberanía tecnológica.
Si a esto sumamos el proyecto Yachay, la ciudad del conocimiento, que se construye en la provincia de Imbabura, y que alojará a todos los institutos de investigación, laboratorios y carreras de ciencias, y las cuatro nuevas universidades que se abrirán en el año 2014, podemos entender con claridad que Ecuador construye un futuro diferente, basado ya no en la dependencia tecnológica sino en la generación de conocimientos y el desarrollo de talento humano de alto nivel.
Y ya sabemos que solo el conocimiento nos hará realmente libres. Y el conocimiento y la investigación deben ser las bases sobre las cuales se levantará el nuevo Ecuador.