La calidad e irresponsabilidad de pensamientos que lideran tu cabeza cuando estás por llegar a los 18 años puede ser prodigiosa. Recuerdo claramente, con música de Guns N Roses de fondo, cómo me llamaba poderosamente la atención lo que hacía un equipo de color celeste... El trabajo de jugadores como Rodríguez, Buenaño, Caballero, Leguia, Porras, Mera; dirigidos por un DT ecuatoriano, era noticia y comentario constante de medios de comunicación.
El Macará jugaba buen fútbol, era elegante, llenaba la expectativa de muchos críticos y además traía sello nacional, su entrenador era el ecuatoriano Carlos Sevilla.
La buena labor del estratega nacional lo catapultó a ser constante en clubes de primera, fue parte de seis diferentes equipos en la década del 90, tenía trabajo, pero la poca credibilidad del dirigente local en los procesos a largo plazo no lo mantuvo más de dos años en ninguno de esos clubes.
El momento estelar en su carrera llega en 1999, la Federación Ecuatoriana de Fútbol decide que Sevilla maneje la selección ecuatoriana de fútbol, solo le dieron 15 partidos, pero en esa cantidad de juegos se dio el lujo de ser uno de los solo dos directores técnicos (Dussan Draskovic es el otro) que ganaron una copa internacional con la selección: en junio de 1999 ganó la Copa Canadá.
Solo dos años después, de vuelta por los vecindarios de los clubes, Sevilla se metía otra vez a instancias finales de campeonatos, esta vez al mando de Emelec. Con el club guayaquileño lograba pelear por títulos en Ecuador y a nivel internacional, en la Copa Merconorte. En Ecuador ganó el título, a nivel sudamericano se quedó con el vicecampeonato.
La bromas que apuntaban al tiempo que llevaba el Deportivo Quito sin ganar un campeonato nacional habían subido ya a un tono que sacaba humo, eran 40 años y los argumentos de defensa de los hinchas del Quito para con quienes se les burlaban se habían terminado hace tiempo.
Sevilla había debutado como futbolista en 1971 con la academia, años después, en 1984, debutó como técnico, también con el Deportivo Quito.
Los 40 años sin ganar y la llegada al club tenían un tinte especial para el estratega imbabureño. Sevilla supo juntar las piezas y al finalizar el año 2008 el Quito volvía a coronarse campeón, habían pasado 14.600 días desde la última vez y el DT ecuatoriano podía celebrar y decir que bajo su mando volvían a degustar las mieles del éxito.
Actualmente, fin de la primera vuelta de la etapa inicial del campeonato ecuatoriano, un equipo con menos de tres años de vida en la serie de privilegio destaca por su desenvolvimiento y resultados. Independiente del Valle, manejado por Carlos Sevilla, es el líder del torneo una vez que culmina la primera mitad de lo que a su vez es la primera mitad del torneo local. Un plantel que en el papel de análisis y predicciones estaba para la media tabla, golea a El Nacional y de visita derrota al campeón reinante y además se lleva puntos de El Monumental y Casa Blanca... algo bien deben estar haciendo; en sus bases, directrices y cuerpo técnico.
Sevilla tiene archivo para armar una sorprendente hoja de vida en torneos nacionales, sin embargo el reconocimiento no es completo, el estratega sigue siendo la segunda opción de lujo cuando un club de primera busca DT. Si existiese un salón de la fama del fútbol ecuatoriano, de seguro que Carlos Sevilla debería estar ahí.