Entre los seres humanos no se puede conocer totalmente la verdad. En ningún tema nunca se ha podido llegar a un total conocimiento. Si hubiera sucedido, se podría decir que en un tema hemos llegado al máximo saber, que no habría más que estudiar, lo que es contrario a la naturaleza humana y a lo que se puede conocer. La verdad y el conocer son procesos de construcción inacabados. Los conocimientos se van acumulando y las personas y comunidades aportan nuevos aspectos y dimensiones sobre los temas.
Las personas y culturas se nutren de los aportes de su herencia cultural y de las relaciones que en el presente interactúan y enriquecen. Tienen visiones específicas en la comprensión de cualquier tema o realidad, que difiere de cómo otras personas, pueblos y culturas la interpretan. Es decir, las personas y las comunidades tienen mayores o menores conocimientos y experiencias sobre la realidad específica que examinan. Se encuentran más lejos o más cerca de la verdad. Un error muy grande y frecuente es que las personas conversan o discuten como si fueran dueños absolutos de la verdad, cuando no es más que su creencia, su punto de vista y a veces tan solo su opinión sobre lo que están tratando.
Muchas personas en el planeta, sin ser muy inteligentes ni tener abundantes y profundos conocimientos, se dan cuenta de que aparecen nuevos descubrimientos, inventos, conocimientos, se perfeccionan los artefactos, equipos e instrumentos y en eso no se encuentran equivocados.
Si en la naturaleza y la sociedad todo se encuentra en un proceso de cambio permanente, de transformaciones, no es adecuado que creamos que se pueda construir un concepto o llegar a un conocimiento para siempre de algo o alguien que se encuentra tan solo en un momento de transición y que en poco tiempo ya no lo será.
Incluso en el tema de Dios, las religiones y las personas no se han puesto de acuerdo en definirlo y cómo es, e incluso cada una de las religiones ha ido cambiando sus dogmas y prohibiciones en el transcurso del tiempo. ¿Puede la mente humana penetrar y comprender la mente de Dios? Dios, la naturaleza, el infinito, el Tao, posiblemente sea uno que es visto en forma diferente por cada persona de acuerdo a las creencias y a las culturas que nos han tocado vivir. En vez de guerrear e imponer a otros (pueblos y personas) nuestra visión sobre Dios y en otros temas, debiéramos reconocer, rescatar, integrar y enriquecernos mutuamente con los conocimientos y valores provenientes de diferentes perspectivas.