Publicidad

Ecuador, 23 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Salud mundial

27 de mayo de 2012

La Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo público su informe de resultados de la Asamblea General sobre Prevención y Control de Enfermedades No Transmisibles, y sobre la Primera Conferencia Ministerial Mundial sobre Modos de Vida Sanos y Control de Enfermedades No Transmisibles. Las recomendaciones son de aplicación voluntaria para los países.

Frente a las enfermedades no transmisibles (que incondicionalmente causan la muerte entre los 30 a 70 años) como hipertensión, obesidad, cáncer, diabetes, problemas asociados al envejecimiento, la problemática del embarazo adolescente, cegueras prevenibles, etc., se ha planteado la meta de reducir la mortalidad en un 25% y bajar la exposición a agentes de riesgo (tabaco, alcohol, sal).  

En el Ecuador, por ejemplo, el cáncer (como entidad patológica y no como tipo de cáncer) es la primera causa de muerte, lo que justifica las acciones de salud, pero el documento de la OMS no hace referencia alguna a otros agentes de riesgo: pesticidas, radiaciones, químicos vertidos en el agua, etc., como causantes de cáncer y muerte.

Sobre la malnutrición mundial se precisa que, mientras mil millones de personas sufren hambre, paradójicamente 1.400 millones padecen obesidad causada por hábitos alimenticios no saludables, por lo cual es mandatorio para la salud pública, estudiar la posibilidad de penalizar la comida chatarra.  

La OMS postula como caminos para lograr sus metas: vigilar los resultados de morbi-mortalidad por enfermedad y la exposición a factores de riesgo, así como las respuestas del sistema de salud. Esta ha sido la política clásica seguida en los diversos países y con escasos resultados. El panorama de salud se enreda, en momentos en que los presupuestos de los cooperantes tradicionales disminuyen por la crisis económica: actualmente un 80% de los fondos corresponden a donantes y el 20% a aportes de los 43 países miembros.

La problemática de salud mundial es compleja y de difícil enfrentamiento bajo las amenazas actuales de desfinanciamiento, sesgos políticos, falta de personal de salud, concentración de poder y riqueza, desigualdad e indolente inequidad. Nada pasa con las exigencias de los pueblos o de los movimientos sociales hoy presentes en Estados Unidos y Europa.

La salud pública, a más de las enfermedades transmisibles y no transmisibles, está amenazada por una causa política tan significativa que produce altísimos índices de muerte; esta es la guerra, contra la que no existen programas de salud pública eficaces; hay sí, frente a ella, un silencio cómplice.

Contenido externo patrocinado