Cuando Hugo Chávez era candidato, a fines del siglo pasado, Venezuela era un país en crisis. Los bancos habían quebrado años antes y como el gobierno inyectó dinero para salvar a miles de usuarios, los bancos volvieron a quebrar favoreciendo a sus directivos que se dice huyeron del país el mismo día. Sus edificios enormes se mantenían vacíos y abandonados.
No había familia que no hubiera sido víctima de robos o asaltos. Los homicidios en Caracas se contaban por decenas cada semana. Por las noches no era conveniente movilizarse ni por las principales autopistas.
Toda la población vivía en desconcierto con la moral por los suelos. Cualquier política de equidad, justicia social u orden parecía utópica y la desesperanza era el pan de cada día.
La gestión de los servicios de salud era caótica, pues siguiendo las políticas internacionales los gobernadores estaduales (provinciales) elegidos por votación habían organizado sus propios equipos técnicos que competían con los equipos estaduales del Ministerio de Salud. Las barriadas periféricas urbanas de Caracas eran inaccesibles, ningún médico quería o podía ir, por razones de seguridad.
En ese escenario apareció el candidato de los movimientos de izquierda, Hugo Chávez, planteando la alternativa socialista. Triunfó en las elecciones y comenzó a cumplir las propuestas, pero la enorme burocracia estatal inició su boicot a la gestión progresista dificultando la alternativa de fortalecer lo público. Esto llevó a crear las Misiones, desde el Ejecutivo, como políticas que iniciaran procesos de solución en cada campo, salud, educación, arte, vivienda, etc.
La Misión Barrio Adentro de salud comenzó su atención en las zonas más depauperadas, las barriadas inaccesibles, pero, ¿con qué médicos? Con los únicos que podían ir, bien formados y con vocación de servicio, con aquellos que teniendo las mejores notas escogían los sitios más difíciles, es decir los médicos cubanos que llegaron solidariamente por miles. Con las Misiones y Barrio Adentro la población comenzó a disponer de tiendas de alimentos a precios bajos, de educación y salud para todos sin costo, con uniformes y libros en las escuelas y medicamentos en los dispensarios, de programas de vivienda, de acceso al arte y al deporte, etc.
El presidente Hugo Chávez inició una revolución genuinamente venezolana. Aquí un modesto homenaje a su memoria. El líder aparece cuando la población lo necesita y lo crea, es la población la que construye su propia historia.