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El Telégrafo

Rumores, escándalos, suposiciones…

27 de agosto de 2013

La noticia dice que el soldado Bradley Manning desea cambiarse de sexo y vivir como mujer. Se difunde una fotografía donde se lo ve travestido o en una proyección de su nueva figura femenina. Como casi todo en el mundo de la información, nos lo creemos a pies juntillas y ya lo estamos comentando, pero este tipo de informaciones tal vez merezcan ser interpretadas y evaluadas desde otras perspectivas.

En primer lugar, ¿cuán real será? ¿Cuál es la garantía de veracidad de una noticia difundida por un medio cualquiera? Muchas veces escuchamos que alguien afirma, como si esa fuera una prueba irrefutable de que así sucedieron las cosas: “Salió en la televisión”. ¿Y? La televisión también puede ocultar cierta información inconveniente para ciertos intereses, manipular, falsear.

Aunque a fuerza de maltratos
él mismo pueda haberlo olvidado, en muchos corazones Bradley Manning seguirá siendo un símbolo de integridad
También cabe preguntarse qué intención oculta esta información. Más allá de que sea verdad o no, ¿a quién le conviene convencer a la opinión pública de que Bradley Manning tiene, o siempre ha tenido, digamos… una “indefinición sexual”? Es cierto que vivimos en un mundo en el que afortunadamente las discriminaciones por orientación sexual caminan cada vez con más seguridad hacia el pasado, pero no quiere decir que en esta información se oculte una intención desvalorizadora: Manning se portó así porque nunca fue un “hombre de verdad”, por eso “traicionó a su patria”… Pero podríamos decir también que su ánima, esa imagen femenina que anida en todo ser humano masculino, fue la que finalmente lo impulsó, más allá de la exacerbación bélica de la masculinidad, a ser fiel a la humanidad antes que a su país.

La tercera idea que viene a la mente es… ¿qué le hicieron? Jamás conoceremos en su totalidad la naturaleza exacta de los maltratos que este joven sufrió durante sus años de cautiverio.

¿Lograron finalmente quebrar su espíritu? ¿Están tratando de volver un asunto de farándula lo que debería ser un tema de reflexión para todo ser humano que opte por una formación militar, y en últimas un dilema ético importante para toda la humanidad?

Más allá de los intentos de volver un chisme rastrero lo que es la punta del ovillo de una gran tragedia personal y universal, y aunque él mismo, a fuerza de maltratos, pueda haberlo  olvidado, en muchas mentes y corazones

Bradley Manning seguirá siendo el símbolo de una integridad más allá de cualquier filiación, en un mundo en donde arrimarse a los más fuertes y renegar de la más pura esencia humana suele ser una acción más cotidiana que bostezar al despertarse.

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