Somos pioneros en tener la Constitución política “verde” que le reconoce derechos a la tierra, hemos propuesto al mundo el proyecto Yasuní ITT como plan emblemático para cuidado del ambiente, estamos en proceso de construcción de la universidad del conocimiento “Yachay”, con sus cinco áreas de especialización e investigación:
1) Ciencias de la Vida, Nanociencia; 2) Tecnologías de la información y Comunicación (TIC); 3) Energía renovable; 4) Cambio climático; y 5) Petroquímica. Sustentados en la I+D, la satisfacción de necesidades básicas y la transformación productiva, complementados con la Universidad Regional de la Amazonía, que contará con especialidades en ciencias de la vida biológica, donde Ecuador posee su mayor riqueza ancestral, de allí la no conveniencia del TLC para proteger nuestra “propiedad intelectual”; también se construirá la Universidad del Docente en Cañar, donde su misión será mantener revalorizado el talento humano; cerrando este proceso con la Universidad de la Artes, ubicada en Guayaquil, todas de la mejor clase mundial, como parte de la ruta al desarrollo sostenible.
Para consolidar estos proyectos emblemáticos que hacen sinergia con la obra pública intensiva, que está en marcha, se requiere complementar con proyectos urgentes, que sugerimos para cerrar este ciclo virtuoso de prosperidad para el Buen Vivir.
1) Industria pública de medicinas genéricas: Que faciliten el acceso a toda la población, además de impulsar el registro de patentes, la comercialización y distribución de las nuevas medicinas que surgirán de los conocimientos ancestrales en medicina natural y las nuevas investigaciones de estas nuevas universidades como negocio solidario.
2) Implementar por vía de ley la norma de calidad ISO 26.000, orientada a la RSE: Que es clave para recuperar la ética, la moral y las virtudes humanas, armonizando con los marcos jurídicos, para eliminar los dilemas éticos existentes y reducir los conflictos de intereses; además, exigir que las superintendencias de control exijan el fiel cumplimiento de las normas, obligando a presentar a todas las empresas, según sus montos de activos, el balance social y los agregados económicos.
Debemos liderar también que esta norma se vuelva exigible por la vía legal, y no dejarla a la voluntad de los agentes, como ha sucedido con la mentira, cuyo delito es el perjurio; y el adulterio, causal de divorcio.