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El Telégrafo

Revolución en la universidad ecuatoriana (4)

23 de junio de 2012

La investigación requiere mucho tiempo y perseverancia por parte de los profesores. El actual sistema de compensación premia los años de servicio. Se necesita un nuevo sistema de compensación que premie la productividad y el éxito en la investigación. Hay que premiar lo que quiere conseguir como meta. Si la meta es más  calidad de la investigación, entonces hay que premiar la investigación en sus diversos grados.

Es insuficiente lo que en la actualidad se solicita a los profesores respecto a la investigación durante un curso lectivo. Es un esfuerzo académico mínimo. El Consejo de Educación Superior debe elaborar un reglamento sobre incentivos económicos y reconocimientos honoríficos para las investigaciones publicadas de acuerdo a las diversas categorías de las revistas, desde las de las propias facultades hasta  las de más alto reconocimiento a nivel mundial.

Las más prestigiosas revistas del mundo tienen un récord de aceptación de investigaciones del 10%. De cada 100 investigaciones que reciben, solo publican 10. La competencia la constituyen todos los investigadores del mundo, tanto estudiantes de doctorado como profesores. Esa es la meta que nuestros investigadores ecuatorianos deben ponerse.

Una meta intermedia es participar en las conferencias anuales internacionales de investigadores, donde se presentan los trabajos para retroalimentarse, previamente a su entrega en las revistas. Cualquier otra meta, como señala con frecuencia el presidente Correa, es mediocre y nos obligaría a continuar como  un país dependiente y frágil en aspectos vitales de nuestra seguridad social y soberanía.

Entre las diversas funciones, la investigación es la cenicienta con relación a la docencia y la extensión. Todavía, en gran parte, nosotros  ignoramos lo que somos y lo que tenemos. Alejandro  Humboldt decía que “somos como unos mendigos sentados encima del oro”. Los extranjeros conocen más nuestras potencialidades. En la mayoría de los temas, rendimos  menos con relación a otros países. Desde hace miles de años Sun Tzu sabía que el saber constituye la mayor ventaja estratégica. Bacon estableció que el conocimiento es poder.

La infraestructura física y mental de la investigación es la mas importante y costosa. La curva de aprendizaje de nuestros investigadores puede ser acelerada. Para esto, el presidente Rafael Correa debe comprometer a los investigadores ecuatorianos que se encuentran en el primer mundo para ponerlos al servicio del desarrollo nacional.

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