En un artículo señalé que hay diferentes clases de poder. El político reside en el gobierno central, provincial, local y partidos o movimientos. Pero, el poder real está constituido por los poderes: económico (sector industrial, comercial, etc. y sus cámaras o comités); financiero (bancos y su gremio); mediático (medios de comunicación y su asociación). Además existe el poder popular (pueblo); sindical, etc.
En una democracia, el poder político se capta a través de elecciones que permiten tomar las riendas del Estado y desde ahí las organizaciones políticas diseñan un proyecto de país (modelo económico y de sociedad) según su ideología e ideario político. El tipo de Estado que se conforma depende del partido o movimiento que capta dicho poder.
En el artículo ‘Poder político vs. poder mediático’ señalé que con estrategias, tácticas, acuerdos corporativos, etc., se entrelazan los intereses de estos poderes para alcanzar sus objetivos. En una democracia existe una oposición política con distintas tendencias. Cuando la izquierda tiene el poder, esta oposición, en muchos casos, tiende a aliarse con el poder real, para alcanzar el poder político.
En la coyuntura actual, el gobierno formó el Frente Unidos (centro-izquierda), realizó una alianza con la Asociación de Municipalidades y ha abierto el diálogo con estudiantes como estrategia para enfrentar a la llamada restauración conservadora que busca unir a todos los poderes con miras a las elecciones de 2017.
Para ello, recorre varios caminos. Por un lado, une a movimientos de derecha, como CREO y Concertación, que acordaron defender la no reelección presidencial y plantean una consulta popular, etc. Por otro lado, algunos municipios, con representantes de esta tendencia, se han unido para hacer un frente común. Por otra vía, la Empresa Municipal de Transito de Guayaquil publicó un anuncio de prensa “En materia de competencia de transporte el gobierno insiste en perjudicar a los habitantes de Guayaquil” concluyendo que no van a elevar el precio del transporte urbano. Otra táctica, es llamar a consulta popular local por este tema.
También el gobierno enfrenta la oposición de sus exaliados de izquierda (MPD; PK y otros) acusándolo de desviarse de los objetivos iniciales. Sin embargo, a pesar de los varios frentes abiertos, la oposición es débil y desarticulada.
El poder real también ha participado. Después de la marcha del 17 de setiembre, la Cámara de Comercio de Quito apoyó a los trabajadores y estudiantes en su defensa de las conquistas laborales y no alza de pasajes. Asimismo, el Comité Empresarial crítica la reelección porque, en su visión, la alternancia es clave en un régimen democrático e hizo un planteamiento apoyando la no reelección en la Corte Constitucional y propone una alianza pública-privada para inversión y reducir déficit fiscal. ¿Son estos intereses gremiales? ¿Hay confluencia de la oposición política y el poder real? Está en juego el proyecto político de la revolución ciudadana y sus logros sociales y económicos.