Armando Hart Dávalos, destacado dirigente de la Revolución Cubana y que durante más de tres décadas fue Ministro de Cultura, en el ensayo “La Revolución de Octubre, el socialismo y mi visión del ‘Che’ desde los 90”, que forma parte del libro “El derrumbe del modelo eurosoviético, visión desde Cuba”, en la página 149, dice: “Era de una sabiduría política y de una ética que, no comprendidas en su tiempo, impidió valorar los problemas que aquejaban al ‘socialismo real’. Que tal llamado no se escuchara o no se pudiera escuchar, no le resta valor al planteamiento realizado por el ‘Che’ y la Revolución Cubana.
¿Cuántas veces en la historia de las ciencias naturales un descubrimiento científico demora en ser entendido y ser aplicado? ¿Por qué no han de tener ese derecho las ciencias del hombre, que son infinitamente más complejas?”. Mi criterio es que, lamentablemente, cien años después de los primeros descubrimientos de la física cuántica y de la teoría de la relatividad, los dirigentes políticos progresistas, los revolucionarios y los jefes de Estado de gobiernos progresistas y socialistas, todavía -la casi totalidad de ellos- no aplican los aportes de las ciencias naturales a las ciencias sociales.
Por ello es que, desde hace cerca de veinte años, expreso en forma desafiante que utilizamos la tecnología más avanzada en la actualidad hasta los analfabetos. Tenemos diez, veinte y treinta años de atraso en la ciencia; y, sin embargo, los más avanzados tenemos más de cien años de atraso en el pensamiento, cuando hay otros que utilizan el pensamiento mágico, que es anterior a Tales de Mileto, es decir, con veintisiete siglos de atraso. Nuestra reflexión va dirigida a que el socialismo del siglo XXI tiene que incorporar el pensamiento más avanzado de la humanidad en la cultura y en las instituciones educativas. Y, además, utilizar los sistemas de gestión en la administración de empresas derivados de los mismos aportes. La paradoja es que, para actualizarnos en la ciencia y tecnología, necesitamos un esfuerzo intensivo de diez a quince años y donde estamos más atrasados por cientos de años es en la actualización de nuestro pensamiento, que podemos hacerlo en muy poco tiempo, hasta en pocos días.
La idea fundamental de Marx sobre el socialismo es que sea una asociación de productores con injerencia en su producción y como sujetos de su planificación y destino. Esta idea fundamental no se implementó en la Unión Soviética, donde la producción fue principalmente estatal.