He sentido vergüenza ajena al ver en El Espectador la utilización fraudulenta de la fotografía de mi ilustre compatriota, Pedro Restrepo, padre de los dos adolescentes desaparecidos el 8 de enero de 1988, durante el gobierno de León Febres Cordero, titulada "Contra la mordaza", en referencia a la Ley Orgánica de Comunicación. Lleva un pie de foto que la relaciona irresponsablemente con la actualidad: “Durante el gobierno de Rafael Correa ha sido común que los ciudadanos protesten por las denuncias que el primer mandatario de Ecuador ha interpuesto contra varios medios de comunicación”.
Oportunamente se ha aclarado que la imagen data de los tiempos del gobierno de Lucio Gutiérrez Borbúa (2003-2005), cuando Pedro Restrepo solía protestar, para exigir la verdad sobre la desaparición forzada de sus hijos.
El fundador de El Espectador, don Fidel Cano, hombre honrado por excelencia, se habrá revolcado en su tumba ante tal engaño. Escribí al periódico expresando mi repudio por el grave engaño a sus lectores y por la utilización calumniosa de la imagen del señor Restrepo. Concluí preguntando ¿Qué les digo a los ecuatorianos?
Esta es la contestación: “Puede decirles que nos equivocamos, que AFP no identificaba al personaje y sí, que se trataba de una protesta en favor de la libertad de prensa, que no nos dimos cuenta que era el señor Restrepo y que nuestro editor fotográfico fue irresponsable proponiendo para portada una imagen de 2004. Puede decir que somos ignorantes, no manipuladores. Pero puede decir también que cuando cometemos errores los reconocemos y publicitamos que nos hemos equivocado”.
¿Pedir sanción contra el periódico violaría la libertad de prensa?
En cuanto al comunicado del editorial conjunto de la Asociación Colombiana de Editores de Diarios y Medios Informativos -Andiarios- contra la ley de marras, titulado "¿Estocada a la prensa en Ecuador?", me decepciona, por decir lo menos, porque sucumbe al “esprit de corps” mal entendido.
Me preguntaba si los editores habrían tenido tiempo de leer y estudiar la ley para poder opinar con objetividad. Con esta inquietud le escribí a un amigo periodista en Colombia, cotizado entre los mejores, y le pedí que al menos me citara un par de artículos, que a su juicio, justifiquen el calificativo de “ley mordaza”. Me contestó honestamente “Por lo menos yo no he tenido tiempo de leerme la Ley. Lo que he leído son despachos de prensa, incluida la corresponsal de El Tiempo, Maggy Ayala y el editorial que publicaron todos los periódicos de Colombia”.