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El Telégrafo

Racionalidad en la irracionalidad

30 de septiembre de 2013

Por un pelo de rana, y gracias a la cordura que primó en el último minuto, el mundo se salvó de lo que pudo convertirse en una pesadilla para todos los actores del malhadado problema sirio, y por esto hay que agradecer tanto a Rusia como a los EE.UU.

En medio de la irracionalidad que aparentemente rige el destino del mundo, hubo cabida para una racionalidad inesperada. “Si fuera posible que Assad renunciara a su arsenal químico, entonces, tal vez, nosotros consideraríamos la posibilidad de no llevar a cabo el ataque, pero Assad no lo hará nunca, es imposible”, respondió Kerry a la pregunta de un periodista. Esta respuesta dio pábulo a que Lavrov le tome la palabra y se llegue a la actual resolución de la ONU que, por lo pronto, nos hace dormir tranquilos; incluso Irán, en esto del desarme atómico, se está entendiendo con Occidente, que es lo más dulce del postre que estamos saboreando.  

Imagínense por un momento que esta frase no se hubiera pronunciado, nadie en el mundo, ni siquiera Nostradamus, hubiese podido decir dónde estaríamos ahora. Solo hay que ver el caos que reina en países que jamás debieron ser intervenidos, Libia, por ejemplo, para darse cuenta que lo de Siria, por lo complejo de su estructura social y por su cercanía a tantas esferas de poder, hubiera sido una verdadera catástrofe.

¿Cómo podían los EE.UU. permitirse una aventura militar en Siria si luego de la caída de Al Assad la única fuerza organizada de la oposición, que podía tomar el poder, es Al Qaeda?, a la que, según Putin, nadie va a espantar con un periódico, como si se tratara de una mosca. El remedio hubiera sido peor que la enfermedad.

Si según el Ministro de Finanzas de los EE.UU., su país se encuentra al borde de una catástrofe, que se daría a partir del 17 de octubre si el Congreso no autoriza al gobierno el incremento del techo de la deuda, ¿cómo iba entonces su sociedad a aceptar otra guerra si ni siquiera hubieran tenido dinero para pagar el sueldo de los empleados públicos?

Los EE.UU. se encuentran en esta calamitosa situación debido a las guerras iniciadas por Bush, de las que Obama no tiene la mínima culpa y de las que, más bien, intenta salir.

Ojalá que el error de Kerry permita que el mundo se estabilice, para que los recursos que se iban a invertir en la guerra se inviertan en los mismos EE.UU., donde los problemas sociales pululan como pulgas en perro callejero, para que la situación económica de ese país reflote, lo que conviene al interés no solo de los EE.UU. sino del mundo entero. Amanecerá y veremos.

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