Publicidad

Ecuador, 23 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

¿Quiero ser millonario?

01 de agosto de 2012

El programa de TV aparenta crear una ilusión a partir del conocimiento o, eufemísticamente, cierta sabiduría, pero es todo lo contrario. Impone una búsqueda, aparente, para saciar una necesidad, pero efectivamente se coloca en un solo lugar: la ficción. Y es, para variar, ese conjunto de fetiches que construye el mercado para reafirmar el valor de cambio de la televisión en sociedades “adscritas” al dinero.

Y es, en la práctica, una evidencia o quizá un síntoma de lo que ocurre en otros segmentos de la realidad, donde no hace falta mucha “sabiduría” sino una enorme habilidad para hacer dinero, no importa de la forma que sea. Al final, quienes lo logran dirán que lo hicieron gracias a su esfuerzo y conocimiento. Así como hay quienes no buscan trabajo sino dinero, hay también quienes ahora no buscan militancia sino que la compran. Para ello falsifican una firma y dicen poseer un número de seguidores que ni siquiera conocen y a quienes jamás les dirán cuáles son sus principios filosóficos, ideológicos o políticos.

El modelo implícito que ahora nos quieren vender es lo que dice Werner Vásquez: democracia bancaria. Y ahora lo camuflan como emprendimiento. Así como el programa de televisión vende la falsa ilusión de que el conocimiento da dinero, los millonarios candidatos quieren vender la ilusión de que desde Carondelet nos pueden hacer millonarios a todos. Olvidan que la banca es usurera, juega con los intereses y hace de su negocio el mejor modelo de lo antidemocrático. Igual que el programa de televisión: invade zonas de la memoria para forzar resortes estimulados por la emoción de tener miles de dólares en el bolsillo en poco tiempo.

Por lo visto hasta ahora, la derecha (como el conjunto de actores, medios, programas de entretenimiento y pensadores orgánicos) propone al país sembrar de millonarios la geografía nacional porque una revolución ciudadana  ha quitado esa ilusión capitalista y ha provocado ser más solidarios, equitativos o redistributivos. Lo hacen declarándose liberales de cepa, empresarios exitosos y hasta algunos que desde la izquierda ahora hablan de libertades “liberales”.

¿Quienes participan en “¿Quién quiere ser millonario?” son el modelo de los emprendedores a los que se dirigen los candidatos y partidos de la derecha? ¿Está ahí el germen de la sociedad democrática que quieren construir? Con esas ficciones e ilusiones, ¿cuáles son las instituciones democráticas que van a proponer para el Ecuador en caso de que ganen espacio en la Asamblea o la Presidencia de la República? ¿Van a proponer la reforma de la Constitución para rediseñar el Estado en función de crear muchos ciudadanos/millonarios? ¿Dónde queda la construcción de ciudadanía, incluida la liberal?

Contenido externo patrocinado