Publicidad

Ecuador, 24 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Que no se lo haga gritando

26 de octubre de 2012

Nada más despiadado que la carrera presidencial en Estados Unidos. Sin ser ajenos a estas modalidades, existe una avalancha de desprestigios personales y políticos, una maratónica campaña por un país complejo, dividido y disperso. Todo por esos 270 votos electorales. La cúspide del proceso es la diatriba casi ontológica de los tres debates televisados. Fue un espectáculo.

El candidato presidencial Mitt Romney sorprendió a un Obama aletargado en el primer debate; un duro retroceso para la cómoda ventaja que llevaba el demócrata sobre el republicano. El segundo debate mostró un Obama más activo y combativo. Pero fue en el tercer debate, en el que debatieron el tema de política internacional, cuando el Presidente mostró por qué, a pesar de la crítica, es el Commander in Chief.

Fueron golpes tras golpes. Romney parecía atraído hacia la desgracia. Recordó a Obama que la actual Marina tiene menos embarcaciones que la de 1917, a lo que Obama respondió: “Tenemos menos embarcaciones que en 1917. También tenemos menos caballos y bayonetas. La naturaleza de nuestro ejército ha cambiado”. Romney habló sobre su relación con Israel y la bitácora de su viaje como candidato en el exterior. Obama respondió: “Cuando fui candidato, el primer viaje que hice fue para visitar nuestras tropas. Y cuando fui a Israel como candidato, no fue para obtener donaciones (como lo hizo Romney), sino a Yad Vashem (el Museo del Holocausto) para recordar la naturaleza de la maldad (…) y luego visité Hebrón, a la casa de familias en las que cayeron misiles de Hamas, en los dormitorios de sus hijos”.

Cuando Romney habló de Rusia, Obama dijo: “Hace seis meses tú dijiste que la mayor amenaza geopolítica de los Estados Unidos era Rusia. No Al-Qaeda. Rusia”. Y cerró diciendo: “Porque cuando hablamos de tu política exterior, parece importada de los 80, así como tu política social parece importada de los 50 y tu política económica parece importada de los 20”. Y cuando no era enterrado por Obama, Romney se dedicó a endorsar la política exterior de Obama. “(A Romney) le gusta todo lo que hacemos, solo que le gustaría hacerlo gritando”.

La política exterior de Estados Unidos bajo el presidente Obama ha sido un desastre. Personas siendo ejecutadas sin ningún tipo de proceso judicial. El uso de ataques programados con aviones no tripulados. Libia. Egipto. Siria. Sin olvidar la comedia que fueron las negociaciones de paz entre Israel y Palestina.

Es aterradora esa visión hegemónica que ambos tienen del mundo. Poner y deponer gobiernos que sean amigables con los EE.UU. Pero dentro de los males menores, prefiero a un Obama en la Casa Blanca, antes que un Romney. No quiero que se haga este tipo de cosas gritando.

Contenido externo patrocinado