Ecuador está en puesto de clasificación directa al Mundial con un equipo Sub 23. Hace año y medio, cuando empezó la eliminatoria, nadie hubiera creído que tal cosa era posible.
Faltan cuatro puntos para asegurar, en el peor de los casos, el puesto de la repesca. Con seis, la clasificación al Mundial directa es posible. Se lee fácil, pero la práctica dice algo distinto.
El calendario, cuyo valor específico dentro de las posibilidades de cualquier equipo siempre es debatido, se pone difícil para Ecuador. Quedan dos partidos en Quito: Brasil y Argentina, los cucos, las vacas sagradas. Afuera, aparte de Chile, están pendientes para el próximo año los choques en Lima y Asunción, con Perú y Paraguay, respectivamente.
Salvo en el premundial Alemania 2006, la Tri nunca ganó los dos partidos en casa a brasileños y argentinos. Ni recordar la fatal experiencia del camino a Rusia 2018, cuando la canarinha goleó sin piedad y la albiceleste obtuvo su clasificación ante un equipo remendado y de disciplina relajada.
Entonces, ¿son viables esos seis puntos? Ambos rivales llegarán a Quito ya clasificados. Pero ellos tienen su nombre y no regalan nada, como corresponde. Por ahí, en el mejor de los casos, dejarán a Messi, Neymar o cualquier otra figura en la banca, lista para ingresar. A no esperar piedad ajena.
Asunción es cancha maldita para Ecuador. Nunca un empate, peor una victoria en Defensores del Chaco. Pero entre choques pasados y el próximo hay una diferencia: la Tri siempre visitó a Paraguay al inicio o al promediar la Eliminatoria, con su rival en las mismas o mejores opciones. Hoy, la albirroja está muerta y descompuesta, se ha cansado de perder puntos. Buen chance de romper la historia.
Queda Lima, teatro donde Ecuador tuvo una de sus mejores funciones (2001) y ocasión para vengar las últimas derrotas dolorosas ante un rival que, claro está, no representa todo lo que ellos creen.
Cerca y lejos, así está el cupo a Qatar 2022. Susceptible de cálculos, pero sobre todo de una certeza: Ecuador tiene la renovación en marcha. La nueva generación ya funciona.