Con la publicación de un libro y la edición de un CD, Pueblo Nuevo ha conmemorado el 37 aniversario de su tránsito por los caminos del Ecuador y el mundo. Nacido del sueño de un grupo de estudiantes de Medicina de la Universidad Central en 1975, ha logrado sobrevivir y crecer en sintonía con la marcha del país.
Su recorrido musical, a más de enriquecerse con el aporte de quienes durante estos años se identificaron con su nombre, permite reconstruir las diversas etapas atravesadas, no solo por nosotros, sino por la patria grande latinoamericana. Así, en la década de las dictaduras impuestas en el Cono Sur, su enseña y presentación fue la canción protesta, sumándose a la corriente de varios grupos emblemáticos, en esos duros años en que el fascismo, a través de dictaduras militares impuestas por las oligarquías criollas y la potencia hegemónica, reprimió a sangre y fuego toda manifestación insumisa. Sin embargo, no pudo derrotar la canción, que en palabras de León Felipe siguió junto a aquellos que luchaban por la libertad y la justicia.
Con el tiempo el abanico de posibilidades expresivas fue más extenso y abarcó temas y autores muy cercanos a la sensibilidad cotidiana de nuestras gentes. Pasillos, boleros, musicalización de poemas trascendentes, versiones nuevas de canciones que se convirtieron en el santo y seña de quienes dentro y fuera del país evocamos nuestro “lindo Ecuador”. Y en todos estos años, reconociendo el país palmo a palmo, con su trova y su simpatía que llenan estadios y teatros, aunque eso moleste a algunos sufridores que no pueden explicarse la permanencia y aplauso de los públicos que los escuchan.
Hoy que tienen reconocimiento a nivel internacional y comparten escenarios con los más preclaros cantantes, la mayoría de las composiciones que interpretan es de la autoría de los integrantes del conjunto. Y la razón de su perdurabilidad está en su decisión de ser leales a las mejores causas, compartiendo con esa mayoría humana de la que hablaba Nazim Hikmet, las tareas de forja del nuevo mundo, que surge entre dolores y esperanzas.
La mayor parte de sus fundadores e integrantes es oriunda de Loja, haciendo verdad aquello de que mi tierra es la capital musical del país. Con emoción pienso en mis hermanos Miguel y Galo y en el hermoso legado que, como forjadores del grupo, han entregado durante estos años. Pueblo Nuevo, identificado con las raíces ecuatorianas, avanza junto al país hacia el luminoso futuro que estamos construyendo.