Desde el año 2007 a esta parte, los partidos y movimientos políticos tradicionales han sufrido disgregación, repliegue y desprestigio. Entre otras razones, porque fueron derrotados en ocho elecciones consecutivas; porque fueron derrotados en la confrontación de ideas. Fueron superados -además- por resultados tangibles: las obras de la Revolución Ciudadana en favor de las mayorías.
Varios partidos y movimientos tradicionales han perdido respaldo popular. Así se evidenció cuando aparecieron las dificultades para reunir las 150.000 firmas que la ley establece para continuar en el escenario político. El Consejo Nacional Electoral amplió el plazo; sin embargo, algunos pasaron “con las justas”. Otros, de terapia intensiva fueron directamente al cementerio.
Frente a estas realidades, en el proceso electoral que se aproxima, los medios de alienación privados es muy posible que aparezcan en la primera línea de la disputa política, cuestionando al candidato-presidente, fabricando “empates técnicos” o “cómodas ventajas”. No obstante, todas estas acciones caerán en saco roto porque el pueblo tiene el derecho de elegir a quienes lo sirven.
El mandante también tiene todo el derecho de rechazar a quienes lo quebraron y lo expulsaron de la patria. Además, el soberano desea que se sigan aplicando Nuevos Paquetazos Inversos (NPI), por sus siglas en español; es decir, que se sigan tomando medidas en favor de las mayorías.
Estando así las cosas, los medios privados criollos podrían estar ejecutando “operaciones psicológicas” cuyo objetivo sería el de “posicionar” al presidente Rafael Correa como “dictador”, “populista”, “autoritario” y un largo etcétera. Estos calificativos lo repetirán muchas veces. Esta técnica fue utilizada por Goebbels. La repetición logra que una idea se inscriba profundamente en el inconsciente que, al mezclarse con lo emocional, resulta difícil erradicarla.
Podrían también utilizar la técnica de Inducción de Matrices de Opinión (IMO), que consiste en convertir una opinión en una “información-base”, sobre la cual se irán inoculando otras opiniones del mismo tipo, para que se vuelva una “verdad incuestionable”.
Las opiniones se forman de manera natural y lícita a partir del conocimiento. No obstante, los medios de comunicación privados suelen inyectar criterios que crean una matriz de opinión falsa. Esta matriz tiene la propiedad de seguir reproduciendo opiniones que proceden de una mentira. Para aplicar esta técnica se requieren “voceros” (columnistas, reporteros, entrevistadores) que apliquen las líneas de la matriz.
A pesar de estos esfuerzos, se producirá un Efecto Mediático Inverso (EMI). En síntesis, a quienes apoyen los medios de comunicación privados les irá mal, porque el pueblo ya está enterado de las maniobras que intentan “torcer” su voluntad.