Concluido el período de inscripción de las candidaturas a las elecciones de 2014, la prensa comercial se alista a reactivar la campaña en apoyo, abierta y soterrada en algunos casos, a la oposición política, pero en esta ocasión, con reducidos espacios y argucias para agredir al régimen de la Revolución Ciudadana y a su líder Rafael Correa, debido a su visible y grandiosa obra social que avanza indetenible, y por el temor a la vigente Ley Orgánica de Comunicación y a su brazo ejecutor la Superintendencia de la Información. Pero, aun así, en la reciente y multitudinaria Convención Nacional de PAIS, reunida en Cuenca, los asistentes y su conductor prometieron ir decididos a la décima victoria electoral y advirtieron el peligro de un posible rebrote de la derecha reaccionaria que busca detener la construcción de la Patria Grande.
A los columnistas privados se les agotó el tema de la inseguridad e incremento de la delincuencia, hoy, cuando Ecuador es considerado como referente regional en políticas de seguridad .Según estadísticas, la tasa actual de homicidios y asesinatos corresponde a la más baja de los últimos doce años. Es que ya no pueden ocultar la captura de peligrosas bandas de asaltantes y criminales y la severa aplicación de la justicia en beneficio de la sociedad ecuatoriana. Es posible, y no es de sorprenderse, que la prensa ‘independiente’ insista en el sensacionalismo en casos aislados, para seguir culpando al gobierno del Buen Vivir de ese otrora aterrador mal social, justamente en el período de la campaña electoral de 2014, por el control de alcaldías, prefecturas, concejales urbanos y rurales del país.
La guerra mediática sostenida por la prensa privada contra Rafael Correa se atenúa, cesa momentáneamente a manera de tregua para dar la apariencia de objetividad en el manejo informativo y crítico, en el proceso electoral de 2014.
Se observa un sospechoso cambio de actitud. Ayer, la prensa ‘independiente’ defendía la mal llamada autonomía universitaria y las trifulcas callejeras, hoy se solidariza con la intervención en la Universidad de Guayaquil para enmendar yerros y lograr la excelencia académica. Al fin acepta que en Ecuador rige la democracia con una Constitución aprobada por el pueblo y que es una realidad la independencia de las funciones del Estado, aunque algunos tercos o despistados aluden la existencia del sumo poder.
Lo cierto es que los medios comerciales no abandonan su puesto de lucha, en alianza con la oligarquía, contra el gobierno de la Revolución Ciudadana. En los preparativos para la renovación de los gobiernos seccionales entregan espacios para destacar supuesta relevancia de candidatos de la oposición, improvisados y sin ideologías, pero con ínfulas de poder y hasta agresivos. Oportuno, el guía del socialismo siglo XXI, en las cartas de PAIS para las elecciones de febrero, recordó que aún se colocan los cimientos y que falta mucho por alcanzar el Ecuador del Buen Vivir, por lo que pidió a los ciudadanos asegurar la continuidad de la Revolución Ciudadana.
Expertos predicen que la campaña electoral se radicalizará, porque la oposición y su prensa presagian otra derrota, esta vez catastrófica y definitiva.