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El Telégrafo

Predeciblemente irracionales (1)

03 de mayo de 2012

El homo sapiens es el producto de la evolución que da como resultado un ser humano racional; sin embargo, Dan Ariely, profesor de Psicología y Economía del Comportamiento en la Universidad de Duke en Carolina del Norte, Estados Unidos de Norteamérica, afirma que los humanos somos predeciblemente irracionales debido a ocultas fuerzas que moldean nuestras decisiones.

Ariely, que tiene un doctorado en psicología cognoscitiva y otro en administración de negocios, sufrió en su temprana juventud  una severa quemadura de tercer grado que lo tuvo por más de tres años cubierto de vendajes y casi aislado de su natal Israel. Durante ese período en el hospital, experimentó diferentes tipos de dolor y mucho tiempo para sufrirlo entre cada cirugía a la que tenía que someterse.

Su agonía diaria consistía en la limpieza de sus heridas mediante un baño en desinfectante y el retiro de sus extensos vendajes y la extracción del tejido muerto. En piel sana, retirar una venda es simple y muy poco doloroso; pero cuando no hay piel sobre los tejidos, el desinfectante arde en forma insoportable y retirar las muy pegadas vendas produce un dolor indescriptible.

Este proceso era realizado por enfermeras que habían desarrollado la teoría que retirar de un solo jalón las vendas, lo cual causa en el paciente un terrible espasmo y dolor, era mejor (para el paciente) que retirarlas lentamente, que no causaba el doloroso espasmo, pero alargaba el tratamiento lo cual al final lo hacía más doloroso. Así mismo, las enfermeras habían concluido que no había diferencia si la limpieza se iniciaba por la parte menos lacerada y dolorosa, avanzando a las partes con más lesiones y dolor; o viceversa.

Las enfermeras, con gran experiencia en estos procedimientos de limpieza de quemaduras, no tenían la teoría correcta de cómo reducir el dolor en el enfermo; simplemente estaban influenciadas por una viciada percepción de lo que sus pacientes sentían.

Ariely sugirió que el proceso fuera lento y prolongado, lo que para él, minimizaba su dolor. Las enfermeras, sorprendidas por esta aseveración, aceptaron hacerlo, pero aclararon que la forma rápida y enérgica reducía su propia ansiedad y tormento de ver a alguien sufrir.

Ellas habían confundido lo que constituía la realidad para el paciente, a quien le daban mucho cuidado, y no entendían las consecuencias de la forma como realizaban las tareas de limpieza y desinfección de quemaduras y por esa razón repetidamente tomaban la decisión incorrecta.

Ariely soportó ocho años de tratamiento y en los últimos cinco se graduó en la Universidad de Tel  Aviv y se dedicó a estudiar la razón por la cual los individuos cometen repetidos errores sin ser capaces de aprender de su experiencia vivida.

Si bien esto es irracional, lo vemos continuamente y aún podemos pronosticar su ocurrencia. Este fue un viaje hacia la economía del comportamiento, o la toma de decisiones y formulación de juicios, un nuevo campo que une los aspectos de la psicología y la economía en una sola disciplina que trata de explicar el porqué somos predeciblemente irracionales.

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