Metodología al costo: Se fundamenta en establecer el costo de producción, más los gastos de operación, más los gastos no operacionales y obtener el costo total (CT) al que se le incorpora el margen de utilidad deseada por los accionistas acorde a los estándares de utilidades según los segmentos de mercado y si las mismas se generan por margen o por volumen, según las (Q) cantidades vendidas.
Metodología de competitividad: Se fundamenta en el mismo formato anterior, con la diferencia de que se parte en sentido inverso cuáles son los PVP de los competidores internos y externos, mediante el benchmarking comparativo, realizado para conocer todos los atributos de los productos de los líderes del mercado, como horizonte de planeación del cual no podemos variar mas allá de un 5% hacia arriba o abajo, solo en caso de productos similares, el éxito está en diferenciarnos por precios + calidad similar con VCD (Ventajas competitivas diferenciadoras sostenibles), apreciadas por los clientes, que le añaden valor y están dispuestos a pagar por ellas por su mayor satisfacción.
Conociendo los precios de la competencia PVP = 100% - UTD 30% = CT (70%), podemos inferir cuál es su CT, situación que nos obliga a ser más eficientes, ¿por qué sí la competencia lo hace y nosotros no podemos? Si los agentes compiten legalmente, la explicación está en la eficiencia y el “Now How” o “bien hecho”, la excepción son las malas prácticas desleales como el dumping, contrabando, entre otras.
En ambas metodologías es necesaria la aplicación anual de una política de ajustes de precios vía indexación por inflación, para conservar el poder adquisitivo de las ganancias, en caso de existir inflación de precios, que afectan los costos y gastos, que estructuran el CT (Costo Total). Porque los accionistas, legítimamente, buscan ganancias razonables a su trabajo e inversión realizada.
En cualquiera de las dos circunstancias mencionadas, se hace necesaria la revisión de los costos anuales, mediante un buen sistema de contabilidad y control de costos, que provea la información, oportuna para la toma de decisiones. Porque puede darse el caso que los mismos estén alcanzando al precio de ventas, obteniendo así un margen mínimo y solo se esté dependiendo del incremento del PP, dejando a un lado el análisis de la eficiencia de los Costos de producción y Gastos de operación, además del efecto de los Gastos no operacionales; Nuevas inversiones por cambio de tecnología e “I+D+I” (1) y los PVP. Comparándonos con la competencia interna y externa, en ocasiones, el simple ajuste por indexación o inflación no es suficiente y puede entrar en dificultades el negocio en marcha porque el margen de utilidad no satisface a los accionistas.
También se puede presentar el caso contrario, debido a la {intensiva inversión + certificaciones de calidad + Now How o buenas prácticas}, = la eficiencia, eficacia y efectividad hacen su trabajo en los “costos de operación” y se produce el ideal buscado, maximizar utilidades, por la vía de ahorros de costos y gastos, mayor competitividad en la prestación de los servicios o productos comercializados, construyendo VCD2 apreciables, que añaden valor para el cliente final, generando fidelización y preferencia hacia nuestra empresa y no a la competencia. Además de poder reducir los precios de ventas, o mantener el margen actual, debido a la política de indexación de precios anuales, pudiendo fortalecer las políticas de descuentos y premios, según convenga a los intereses institucionales y estratégicos.
Nota (1): Investigación + Desarrollo + Innovación.
Nota (2): Ventajas Competitivas Diferenciadoras Sostenibles.