De esto tratará el seminario internacional que se iniciará mañana en Bolivia, del 21 al 26 de octubre, similar al que el sociólogo Houtart organizó en China, sobre agricultura campesina en Asia.
El por qué apoyar el desarrollo de agriculturas campesinas respetuosas de los ecosistemas tiene múltiples explicaciones, entre otras, a nivel global, el avance de multinacionales como Monsanto, gigante biotecnológico que introduce al mercado mundial productos genéticamente modificados con altos niveles de herbicida Roundup con glifosato y la toxina Bt usada contra los insectos. A nivel local, la agricultura industrial, en manos de pocos terratenientes y empresas del agronegocio, va dejando sin tierras a las agriculturas familiares, campesinas e indígenas.
El quid del asunto está en cómo promover un debate sobre la actual pertinencia económica, política, ambiental y cultural de políticas públicas orientadas a consolidar y ampliar la denominada “agricultura campesina”.
Es el propósito básico y práctico del seminario. Me lo explicó Francisco Hidalgo Flor, sociólogo ecuatoriano, director ejecutivo del Sistema de Investigación sobre la Problemática Agraria (Sipae) y organizador con Houtart del evento. Él considera que “uno de los cuestionamientos fundamentales al modelo de agricultura capitalista son los efectos que la denominada ‘Revolución Verde’ (maquinaria + agroquímicos + monocultivo) ha provocado sobre los ecosistemas, no solo en los países periféricos sino incluso en los países centrales del capitalismo; es un cuestionamiento a un productivismo que explota y deteriora la naturaleza y también las condiciones laborales”.
El seminario generará un espacio de encuentro entre estudiosos ruralistas y agraristas, con líderes de movimientos sociales campesinos e indígenas y decisores políticos comprometidos con un cambio integral, con equidad y democracia.
En suma, se trata de reconocer la articulación decisiva entre políticas públicas hacia los agricultores campesinos con el paradigma del Buen Vivir-Sumak Kawsay, Soberanía Alimentaria y Plurinacionalidad en confrontación con paladines del neoliberalismo y del neodesarrollismo, que abogan porque las ganancias sean solo para el capital y las multinacionales, desvirtuando la validez productiva, social, ambiental y cultural de un modelo centrado en las agriculturas y economías familiares, campesinas e indígenas. Apostamos por la racionalidad de un modelo de desarrollo de vía campesina.