A medida que me adentro en la investigación sobre esta polémica institución, voy encontrando rechazo generalizado y clamor por su cierre. En Ecuador hay opiniones contradictorias.
Un militar en servicio pasivo, defensor de la institución, me aseguró que la presencia de cadetes ecuatorianos en la escuela fue solo entre los años 1980 y 1983. Según él, “fueron a la Escuela de las Américas-Panamá cuatro compañías de cadetes, promedio de cien cadetes por compañía y por año”. Desde esa fecha se cancelaron los viajes de cadetes.
La Comisión Ecuménica de Derechos Humanos, al contrario, es muy crítica de la escuela, y de que se sigan enviando militares ecuatorianos. En un artículo de 2007, “Por el cierre de la tal llamada “Escuela de las Américas”, la Hna. Elsie Monge denuncia el uso, como material pedagógico, de manuales de tortura, descubiertos en 1996 en los Estados Unidos. Señala que, como lo denuncian los observadores de la Escuela de las Américas o Soa Watch, 3.677 ecuatorianos han sido instruidos allí, un promedio de 50 por año.
Ciertamente, el Ejército ecuatoriano no es de los que, con dictadores a la cabeza, cometa horrores, como en el Cono Sur o en El Salvador, pero hay casos individuales. Cuestión para una comisión de la verdad.
Yo me limito a abogar por el cierre como asunto de soberanía nacional, porque no me parece que tenga presentación que el país prepare sistemáticamente a miembros de su Ejército en una escuela de EE.UU., país que sigue practicando la doctrina Monroe y estrategias de la Guerra Fría.
Y en cuanto a la presencia de militares ecuatorianos, el último informe anual de la Secretaría de Defensa de los EE.UU. sobre las actividades de la institución de 2010 da cuenta de 80 militares ecuatorianos (p. 14). Colombia tuvo ese año el mayor contingente 545, el 41%.
Otro informe oficial sobre el entrenamiento de estudiantes del Hemisferio Occidental en 2010, describe los cursos, fechas y unidades de Ecuador que estudiaban en esa escuela (pp. 115-121).
Añado que en el Congreso de los EE.UU., Jim McGovern tiene un proyecto de ley en el que pide el cierre de esta escuela y una investigación. Arguye que la escuela ya no sirve a sus intereses y cita cuatro países que se han retirado.
Si Ecuador hiciera pública su desafiliación, podría inclinar la balanza. Sigo buscando el documento oficial que respalde lo que me mandó decir el ex ministro de Defensa, Javier Ponce, como lo informé en mi artículo pasado.
Este es el documental que quise recomendar: www.youtube.com/watch?v=LkzakQnaC8E