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El Telégrafo

Pocos confiaban en este equipo

13 de abril de 2013

El tenis nacional escribió otra brillante página en su historia, ahora en el Umiña Tenis Club de Manta; sede donde se disputó la serie Copa Davis ante Chile.

Ambos países se enfrentaron por sexta vez. Los chilenos llegaban con ventaja de 3-2 en los cinco duelos previos, con la particularidad de que todas las victorias (de los dos) se dieron de local cada uno.

La visita venía a cambiar la historia, a buscar un triunfo que los sitúe en los “playoff”, etapa que otorga un cupo al selecto Grupo Mundial de 16 países.

En papel, los “araucanos” eran los favoritos por mejor clasificación de sus jugadores en el ranking ATP. Liderados por su #1 Paúl Capdeville; quien es el más  experimentado y que debutó contra Ecuador en 2004, en Viña del Mar. Allí el chileno ganó a Johny De León cuando la serie estaba definida a favor de Chile.

En la Davis, Capdeville ha logrado triunfos sobre jugadores como Stefan Koubek de Austria y John Isner de los Estados Unidos; ambos en cinco sets en el 2011 y jugados en Santiago.

El segundo chileno era Jorge Aguilar, considerado fijo en el partido de dobles junto a Capdeville. Yo estaba seguro de que él no jugaría singles  para mantenerlo descansado, pero veía como una fuerte posibilidad que dispute el quinto punto. El #3 “araucano”, Hans Podlipnik, tenía escasas posibilidades de jugar, al menos se percibía eso en los entrenamientos.

El joven Christian Garín, que cumplirá 17 años el 30 de mayo y que venía de tener buenas actuaciones en el ATP de Viña del Mar y otros torneos, contaba con la confianza de su capitán Belus Prajoux y el respaldo de la prensa, que lo ve como el sucesor del ”Chino” Ríos, Fernando González o Nicolás Massú.

El equipo que nominé como capitán estuvo integrado por Julio Campozano, el ecuatoriano mejor ubicado en el ranking AT, que viene atravesando el mejor momento de su carrera. Tiene la experiencia y se ha convertido en el líder de este joven equipo. Llegaba motivado y bien preparado física y mentalmente.

Los demás miembros: Emilio Gómez, Roberto Quiroz y Diego Hidalgo, son jugadores que compiten la mayor parte del año a nivel universitario y escogen las vacaciones de verano para sumar algunos puntos en el circuito ATP.

Emilio fue clave cuando vencimos a Perú en Lima el pasado septiembre; al darnos el primer punto de la serie contra el número 1, Duilio Beretta. Gómez llegaba a Manta cumpliendo una gran campaña con la Universidad del Sur de California (USC) escalando al puesto #2 del ranking universitario de EE.UU. (NCAA). Por mis conversaciones con él sabía que venía bien preparado para este desafío.

Roberto también juega por USC  junto a Emilio; los dos se han convertido en una de las mejores parejas de dobles del tenis universitario. Es siempre candidato a la titularidad en esta especialidad en el equipo nacional, también debutó en singles en Lima y es otra promesa.

Diego es el más joven. Juega por la universidad de Florida, donde ingresó en enero y participaba en su segunda serie, tras su debut ante Colombia en 2012. Tuvimos una semana de práctica muy buena en Manta, la cancha dura era del agrado de todos, que se adaptaron muy rápido al clima soleado y alta humedad.

Los días previos son importantes, no solo para entrenar, sino también para acostumbrarse a la superficie, pelotas y  condiciones climáticas. El compañerismo entre los jugadores es el mejor. Hay bromas, juegos de cartas y billar.

El sorteo determinó que abriría la serie Julio ante Garín. Si queríamos mantener las opciones de triunfo, Campozano tenía prácticamente la obligación de ganar ese partido, una situación de mucha presión. Garín se llevó el primer set 6-4 aprovechando un único quiebre.

Julio reaccionó y se llevó el segundo 6-2; tomó ventaja de 4-2 en el tercero; parecía que tenía el control, pero el chileno aprovechó los errores para ganar cuatro games seguidos y cerrar el set 6-4. El tricolor volvió a tomar el control, presionó el revés de su rival y ganó el cuarto set 6-2. Yo pensé que el chileno sentiría el golpe sicológico y también el cansancio por su esfuerzo, pero pareció salir renovado al quinto set. Recuperó la potencia y efectividad en su servicio y hacía mucho daño con su derecha; Julio, en cambio, tenía dificultades para devolver. Garín tuvo chance de ganar, pero no aprovechó dos puntos de quiebre y eso le costó.

En el segundo partido se midieron Emilio y Capdeville; el chileno sirvió bien, con potencia y precisión. Jugó profundo con sus golpes y casi no cometió errores. Así ganó en tres sets de 7-5, 6-1, 7-5 e igualó  la serie 1-1.

El partido de dobles tomaba aún más relevancia. Emilio y Roberto iniciaron bien contra Capdeville y Aguilar, se impusieron 6-4 el primer set. Los chilenos recuperaron el segundo 7-6. A partir de ese momento Aguilar mejoró y Capdeville mantuvo su nivel para ganar el tercero 6-3 y luego 7-5 a favor de la visita que puso 2-1 la serie.

Se sentía tristeza y decepción en el camerino. Habíamos tenido muchas oportunidades, sentíamos que se podía haber ganado; estábamos entre la espada y la pared, con la obligación de ganar los dos singles el domingo. Ese día Capdeville comenzó moviendo a Julio por toda la cancha y manteniendo su servicio, pero el tricolor empezó a servir mejor; además el rival comenzó a sufrir calambres por su desgaste.

Julio cumplió la promesa que hizo la noche anterior y le dio el punto a Ecuador; además de darle a Emilio la oportunidad de convertirse en héroe. Gómez y Garín, dos jóvenes de perfil similar: buen servicio y buena derecha; ambos con un gran futuro en el tenis profesional. Emilio tenía una mayor carga de presión, pero eso lo motivó al final para ganar 6-4 , 4-6, 6-3 y 7-6 (1) y dar a  Ecuador el pase a “playoff”.

Fui el primero en abrazar a Emilio, que estaba tendido en la pista exhausto y feliz, disfrutando el momento más importante de su corta carrera. Lo que siguió fue una locura, todo el equipo formó una montaña humana encima de Emilio que no sé cómo respiraba.

Se vivió una euforia y a pesar de que el estadio no estuvo lleno, la gente que asistió nos alentó de principio a fin. Se logró el objetivo importante con un equipo joven, en el que poca gente confiaba para jugar la Davis.

Ahora tendremos un reto más difícil, que será enfrentar a la Suiza del gran Roger Federer y Stanislas Wawrinka, como visitantes del 13 al 15 de septiembre. ¡Qué gran motivación para nuestros tenistas!

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